El cine argentino sigue apostando al género policial. Una fórmula que parece dar buenos resultados estos últimos años. En esta oportunidad con una gran campaña de prensa a cuestas y con el debut del “Chino” Darín llega a las salas “Muerte en Buenos Aires” la opera prima de Natalia Meta. A continuación algunas consideraciones de la película.
La primera escena nos acerca un cuerpo tendido con una gran mancha de sangre. Queda así confirmado que el disparador inicial de la historia será un crimen. “Copito” (Martín Wullich) un reconocido coleccionista de cuadros perteneciente a una familia de alta alcurnia de Buenos Aires se halla muerto en su habitación. En la misma secuencia se observa en primer plano al agente Gómez, interpretado por el “Chino” Darín. El plano se agranda y éste interactúa en la escena tomando una copa, poniendo un LP con la canción italiana “Splendido Spendente” al lado del muerto y fumándose un cigarrillo de manera despreocupada. Un corte de luz irrumpe la secuencia. Acto seguido aparecen en escena el resto de los personajes centrales: Chávez (Bichir), un oficial con impronta y algunos modos bastante toscos pero al parecer con una reputación intachable en cuanto a la vocación por el servicio a la ley, y Dolores (Mónica Antonópulos) su particular y sensual compañera. El ritmo acelerado en las acciones va uniendo los hechos e invitando al espectador a fundirse con la trama en los primeros minutos de película. Así se llega al momento del allanamiento que pone al espectador alerta. Gómez pasa a ser el primer sospechoso. Con la tensión puesta en juego en la pantalla, se aclara que fue él quien recepcionó el aviso que reportó el crimen, lo cual pasa a justificar su presencia allí. Luego de estos tensionantes minutos las sospechas aparecen en la historia.
Varias hipótesis se irán desprendiendo. Preguntas que el espectador empieza a reponer durante el transcurso del film y que lo van llevando a ponerse en el rol de “Espectador/Detective”. La investigación comienza. Un ambiente policial donde la mirada va a hacer foco en los roles y la ética policial pero sin detenerse exhaustivamente, solo a modo de despertar alguna crítica y seguir creando esa atmósfera de sospecha que de manera correcta Meta supo insertar de acuerdo al género. De esta forma todos serán parte activa de la investigación. Así se llega a descubrir que la víctima era un reconocido (aunque encubierto) habitué del mundo gay porteño. Acompañado de este indicio, entra en escena otra de las piezas de la historia: Kevin González, en una destacada performance de Carlos Casella, quien será el amante Gay de Copito y pasará a integrar la lista de posibles sospechosos.
En este punto la trama comienza a apoderarse de los recursos que le ofrece la década del ´80. Así los excesos de la noche, el sexo por dinero, el narcotráfico y la corrupción van a hacerse presentes acompañados por el excentricismo de una época llena de colores, glamour y prejuicios que oscilaban entre lo libre y lo clandestino.
El móvil principal del policial que en este caso va a ser el asesinato, se plantea y presenta de manera acertada con una sólida construcción durante todo el primer acto que sin embargo durante el devenir de la película se va disipando, quedando relegado a un segundo plano. De esta forma terminará ganando protagonismo el incipiente deseo de atracción entre Gómez y Chávez que tiende a jugar con lo prohibido, con eso que no se dice y otorga.
Por momentos, el guion pierde fuerza y verosimilitud con exageraciones muy marcadas de la época, con actuaciones que por momentos logran encerrar el clímax del policial pero que en el intento por mantener el misterio argumental se desvanecen, quedando a mitad de camino. Estas cuestiones hacen que la película a veces caiga en el terreno de lo previsible o paródico y pierda la fuerza y el dramatismo necesarios. Igualmente hay que destacar que los aspectos técnicos y la dirección de fotografía son sin dudas el gran acierto de la directora.
Ficha técnica:
Dirección: Natalia Meta
Guión: Natalia Meta, Laura Farhi, Gustavo Malajovich y Luz Orlando Brennan
Fotografía: Rodrigo Pulpeiro, Guillermo Nieto y Marcelo Lavintman
Música: Daniel Melero
Actores: Demian Bichir, Ricardo "Chino" Darín, Carlos Casella, Mónica Antonópulos, Emilio Disi, Hugo Arana y Humberto Tortonese
Duración: 92´