Organismos de Derechos Humanos independientes marcharon a Plaza de Mayo y advirtieron acerca de una presunta maniobra oficial para evitar la lectura de un documento crítico. Al final de la tarde, y tras algunos entredichos y forcejeos con militantes kirchneristas, lograron llevar a cabo las actividades planeadas.
24-03-2013
Pablo Díaz Marenghi || @PabloDíaz91
El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (EMVJ) finalmente llegó hoy hasta la Plaza de Mayo, para realizar su acto por el 37° aniversario del Golpe de Estado de 1976, aunque recién pudo hacerlo después de las 19, es decir, más de tres horas después de iniciada la marcha desde el Congreso. El mencionado espacio, que nuclea a varias organizaciones de Derechos Humanos (DDHH), denunció la semana pasada una supuesta maniobra del gobierno nacional destinada a impedir su ingreso a la plaza y la lectura de un documento en el que se enumerarían los casos de violaciones a derechos fundamentales, que continúan impunes durante la administración kirchnerista.
Las sospechas se confirmaron: alrededor de las 16.30, la columna del EMVJ, que avanzaba por Avenida de Mayo, se vio obligada a desviarse y continuar su recorrido por Diagonal Norte Presidente Roque Sáenz Peña porque el conglomerado de agrupaciones oficialistas "Unidos y Organizados" controlaba el principal acceso a la plaza. "El Gobierno quiere impedirnos llegar a la Plaza de Mayo este 24 para silenciar nuestras denuncias", habían expresado hijos y familiares de detenidos-desaparecidos durante la dictadura que integran el EMVJ, el miércoles último, a través de un comunicado. Palabras similares se repitieron en la conferencia de prensa que la entidad realizó dos días más tarde, en el Hotel Bauen, ubicado en el barrio de Balvanera.
El conflicto se desató cuando se supo que los militantes kirchneristas habían lanzado su convocatoria para las 14, o sea, una hora y media antes que la del EMVJ, y que pensaban permanecer en la plaza hasta pasadas las 19. El anuncio fue interpretado como una "provocación" por el EMVJ, que anticipó que de ningún modo renunciaría a cumplir con la actividad que desde hace 17 años lleva a cabo en la jornada del 24 de marzo. De allí que la movilización se concretó y una vez que las numerosas filas de organismos de DDHH, apoyadas por partidos de izquierda, arribaron hasta la esquina de Diagonal Norte y San Martín -en donde se encuentra la Catedral Metropolitana-, aproximadamente a las 18, volvieron a ser interceptadas por los militantes y simpatizantes del oficialismo. Fue necesaria una hora de espera y algunos forcejeos y discusiones, que no pasaron a mayores, para que los integrantes de las agrupaciones kirchneristas -entre ellas La Cámpora, que es la que contiene más masa militante- que ocupaban dicho sector, cedieran el paso.
Los testimonios
"Los sectores oficialistas intentan que no lleguemos a la plaza, pero como se ve, nuestra columna es muy importante y hemos demostrado la firme decisión de que no vamos a permitir que se nos niegue la lectura del documento", afirmó a este medio Christian Castillo, dirigente nacional del Partido de Trabajadores Socialistas (PTS), cuando todavía el EMVJ aguardaba para ingresar.
"Venimos aquí en representación de los hermanos indígenas, porque parecería que los pueblos originarios somos cosa del pasado y es lamentable que todavía estemos peleando para que se nos reconozcan los derechos constitucionalmente ya establecidos", expresó el formoseño Félix Díaz, líder de la comunidad La Primavera de la población indígena Qom.
Por su parte, Victoria Donda, diputada del Frente Amplio Progresista (FAP), agregó: "Queremos que respeten nuestro deseo de entrar a la plaza a expresar nuestros reclamos, porque la Plaza de Mayo es un lugar en el que todos los sectores tienen derecho a estar".
Ya con el camino despejado para la culminación de la marcha, Revista Alrededores consiguió hablar con Jorge Altamira, líder del PO, quien resaltó la capacidad de movilización del sector que representa. "Hoy, la izquierda ha demostrado que es una alternativa política potente, a pesar de que muchos partidos, incluso de la propia izquierda, todavía se resisten a reconocer", aseguró el ex candidato a presidente por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), quien al ser consultado sobre las dificultades que el EMVJ debió sortear para llegar hasta la plaza ironizó: "Intentaron evitar que realizáramos nuestro acto, pero lo cierto es que la jornada hoy cierra con nosotros".
La impunidad de ayer y de hoy
Una vez en la plaza, se cristalizó la lectura del escrito preparado para la ocasión, cuya consigna principal fue la lucha contra "la impunidad de ayer y de hoy" y sus líneas ratificaron la importancia de la condena a los responsables del genocidio del último régimen militar, pero también advirtieron acerca de hechos lesivos de las garantías universalmente reconocidas a la humanidad mucho más cercanos en el tiempo, como las desapariciones de Jorge Julio López -testigo de juicios contra los crímenes de lesa humanidad, desaparecido en 2006 después de haber declarado contra el ex represor Miguel Etchecolatz-, Luciano Arruga -joven secuestrado en 2009 por la Policía Bonaerense y que, desde entonces, se encuentra desaparecido- o Marita Verón -víctima de la trata de personas, desparecida en Tucumán, en 2002-; el crimen de Mariano Ferreyra -militante del Partido Obrero (PO), asesinado en 2010 por una patota sindical-; la represión a los pueblos originarios y campesinos en función de los intereses del agronegocio en el norte argentino; el espionaje ilegal, coordinado por la Gendarmería nacional a través del "Proyecto X"; entre otros.
Fotogalería completa del acto haciendo CLICK AQUÍ.
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