Los jueces admitieron que fue cómplice del hecho. Para el Partido Obrero, la pena es insuficiente. También fueron declarados culpables su principal asesor, dos barrabravas, tres ferroviarios y seis policías. Se produjeron disturbios en la sala. Hubo una multitudinaria movilización hacia Tribunales de Comodoro Py para presenciar la lectura del fallo.
Por Agustín Ciotti || agustinc0087@gmail.com || 20-04-2013
"Las palabras de Pedraza fueron de un cinismo increíble. Trató de mostrarse como un simple servidor del gremio que está para atender a los intereses de los trabajadores ferroviarios, cuando todos sabemos que no es así. Lejos de eso, Pedraza fue uno de los dirigentes que más se favoreció de la privatización de los servicios del ferrocarril, se transformó en empresario millonario, sobre todo cuando en los '90 el gobierno de Menem le otorgó el control del Belgrano Cargas", afirmó a Revista Alrededores Jorge Hospital, dirigente de la Lista Gris de la Unión Ferroviaria en la Línea Gran Buenos Aires Sud (Roca). "La declaración de Pedraza es todavía más inadmisible si tenemos en cuenta que la pronunció en la cara de Beatriz Rial (madre de Mariano Ferreyra) y que tanto ella como todos nosotros estamos esperando una condena ejemplar para los responsables de este crimen", agregó.
Por Agustín Ciotti || agustinc0087@gmail.com || 20-04-2013
El Tribunal Oral en lo Criminal N°21 sentenció ayer al ex líder de la Unión Ferroviaria (UF), José Pedraza, a 15 años de prisión por el crimen del militante del Partido Obrero (PO), Mariano Ferreyra, ocurrido el 20 de octubre de 2010, durante una protesta gremial. El sindicalista fue considerado partícipe necesario del asesinato del joven, a manos de una patota ligada a su gremio, cuando formaba parte de una movilización junto a trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca en la estación Avellaneda.
La misma pena recibió su mano derecha, el ex secretario administrativo del sindicato, Juan Carlos "el Gallego" Fernández, mientras que el ex titular de la Comisión de Reclamos, Pablo Díaz, señalado como quien condujo al grupo armado en el lugar de los hechos, fue condenado a 18 años de reclusión. Por su parte, los barrabravas Cristian "Harry" Favale y Gabriel "Payaso" Sánchez, sobre quienes pesa las sospechas de haber sido los autores de los disparos que acabaron con la vida de Ferreyra e hirieron gravemente a sus compañeros Elsa Rodríguez y Nelson Aguirre, también fueron sentenciados a 18 años.
Los restantes imputados, 12 en total, recibieron diferentes castigos: por el lado de la patota, Francisco Salvador Pipitó fue condenado a 11 años; Jorge Daniel González, a 11; y Claudio Alcorcel, a 8. Entre los agentes de la Policía Federal -cuestionados por haber facilitado el ataque a los manifestantes-, el ex comisario Luis Mansilla fue sentenciado a 10 años; el ex comisario Jorge Ferreyra también a 10; el ex jefe de la Dirección General de Operaciones (DGO), Hugo Lompizano, a dos; el ex comisario Gastón Conti, a dos; el ex policía Luis Echavarría, a dos; y el ex policía Daniel Villalba recibió una sanción económica de $12.500 y una inhabilitación para desempeñar sus funciones. Por otro lado, fueron absueltos los ferroviarios Guillermo Uño y Juan Carlos Pérez, sospechados de haber colaborado con el retiro de las armas, una vez producido el ataque. Lo propio ocurrió con el subcomisario Rolando Garay, que fue sobreseído por falta de pruebas, según consideró el tribunal.
Tanto las querellas como los acusados se mostraron disconformes con la resolución de los jueces y los disturbios que se produjeron en la sala obligaron a suspender en una ocasión la lectura del fallo. Las abogadas del PO, Claudia Ferrero y María del Carmen Verdú, adelantaron que recurrirán a la instancia de Casación para reforzar el pedido de prisión perpetua para todos los imputados. No obstante, y a pesar de que no se logró el objetivo deseado, los dirigentes del partido que conduce Jorge Altamira coincidieron en señalar que no se fueron "con las manos vacías".
La audiencia comenzó a las 10, con los descargos finales de los procesados. Allí, Pedraza habló por única vez desde que empezó el juicio, el 6 de agosto pasado. "Nunca fue la política de la Unión Ferroviaria provocar hechos de violencia. Durante los casi 30 años que estuve al frente del gremio no tuvimos que lamentar un sólo herido. Jamás imaginábamos que iba a haber un 20 de octubre de 2010", expresó el veterano dirigente, al mismo tiempo que era abucheado, silbado e insultado por cientos de militantes de diferentes organizaciones y partidos de izquierda, que seguían la transmisión desde la calle, bajo un calor intenso, inusual para la época del año.
"Las palabras de Pedraza fueron de un cinismo increíble. Trató de mostrarse como un simple servidor del gremio que está para atender a los intereses de los trabajadores ferroviarios, cuando todos sabemos que no es así. Lejos de eso, Pedraza fue uno de los dirigentes que más se favoreció de la privatización de los servicios del ferrocarril, se transformó en empresario millonario, sobre todo cuando en los '90 el gobierno de Menem le otorgó el control del Belgrano Cargas", afirmó a Revista Alrededores Jorge Hospital, dirigente de la Lista Gris de la Unión Ferroviaria en la Línea Gran Buenos Aires Sud (Roca). "La declaración de Pedraza es todavía más inadmisible si tenemos en cuenta que la pronunció en la cara de Beatriz Rial (madre de Mariano Ferreyra) y que tanto ella como todos nosotros estamos esperando una condena ejemplar para los responsables de este crimen", agregó.
Hacia las 11, el tribunal decidió entrar en receso por seis horas. Los compañeros del PO de Ferreyra, extenuados por la vigilia de la noche anterior para esperar el veredicto, aprovecharon para dormir en plena calle. Cuando restaban minutos para la reanudación, las columnas ya habían recuperado energías y renovado sus cánticos, que reiteraban como consigna la condena más anhelada: "Perpetua para Pedraza". Sin embargo, pasadas las 17, los jueces informaron que la lectura se demoraría una hora y media más.
Finalmente, la decisión se conoció pasadas las 19. Los referentes del PO, que hablaron después de la exposición del presidente del Tribunal, Horacio Días, calificaron el fallo como "contradictorio". "El mismo juez dio fundamentos demoledores a la estrategia de la defensa. Él mismo dijo que acá no hubo 'homicidio en riña', que fue una acción premeditada de la patota, que Pedraza y Fernández estaban al frente y que la Policía, lejos de haber actuado con 'negligencia', fue parte fundamental del plan", aseveró Néstor Pitrola, dirigente nacional del PO, en su discurso después del final de la audiencia, en el que reiteró el rechazo de su partido al fallo y la intención de apelarlo.
Sólo después de oír sus palabras los integrantes de las diferentes agrupaciones que se acercaron hasta los Tribunales de Comodoro Py, situados en el barrio de Retiro, recuperaron la calma. Minutos antes no habían conseguido ocultar su desilusión y descargaron su bronca con lágrimas e insultos a los jueces. Sintieron que la pena no era lo suficientemente justa. Enseguida, trató de consolarlos: "Este fallo no es el punto de llegada. Es sólo un paso más, la pelea sigue".