El artista hawaiano Jack Johnson brindó un show de dos horas en donde repasó sus más grandes éxitos y los temas de su último disco From here to now to you (2013). En el marco del Movistar Free Music, miles de personas vibraron al ritmo de sus melodías con aroma a surf, playas y consciencia sobre el medio ambiente.
Por Pablo Díaz Marenghi || @pablodiaz91 || 11-04-2014
Fotos: Victoria De Rosa || derosavictoria@gmail.com
La tarde del sábado 8 de marzo se apreciaba cálida, como una clásica postal de verano en Buenos Aires; cuando parecía que este se desvanecía opacado por la potencia del otoño. Aquella atmósfera era el marco ideal para el show que brindaría Jack Johnson, cantautor hawaiano que se caracteriza por melodías acústicas que van del folk al reggae y se inspiran en la tranquilidad del mar, el surf, la arena y el respeto a la naturaleza. El Movistar Free Music, organizado en el Complejo Al Río, Vicente López, era la excusa perfecta para todos aquellos que gusten de relajarse por unas horas y disminuir el ritmo frenético de la vida urbana al ritmo de sus canciones. 30.000 personas disfrutaron de un concierto en dónde repaso sus grandes éxitos y los temas de su último trabajo discográfico.
A las 21hs. en punto Johnson salió al escenario, acompañado del grito desaforado de sus fanáticos y de su banda habitual: Adam Topol en batería, Merlo Podlewski en bajo y Zack Gill en piano, acordeón –quien se ganó varias ovaciones del público a fuerza de talento y carisma. En ojotas, jean y remera, el músico oriundo de Oahu, Hawai, abrió el concierto con un tema de su última placa From here to now to you , Washing Dishes, seguido de Taylor–una balada acústica fiel a su estilo minimalista y sencillo- y luego con Sitting, Waiting, Wishing, un hit del músico que desató el fervor del público que saltaba, bailaba y coreaba cada estrofa al ritmo de sus melodías que parecían poder domar a cualquier fiera.
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“Mi español no es muy bueno” se disculpaba el cantante mientras el público lo ovacionaba, como demostrando que no le importaba demasiado sus falencias en el lenguaje. El concierto tuvo otro pico fuerte al tocar clásicos como If I Had Eyes, de su disco Sleep through the static, y Bubble Toes, de su disco debut Brushfire Fayritales, que obligaron a bailar y mover las cabezas a todos los presentes. Gill acompañó en todo momento a Johnson convirtiéndose en una de las principales atracciones del espectáculo, tocando el piano con gran virtuosismo, realizando coros de manera notable y hasta con solos de melódica y acordeón que deslumbraron al público generando aplausos a rabiar. La alegría se percibía en todos los músicos, generando un clima que emulaba la paz de los aires hawaianos.
En mitad del concierto, llegó el turno de I got you, corte de difusión de su último álbum, en dónde Johnson le pidió al público que lo acompañe con el silbido que da comienzo al tema, provocando que los 30 mil presentes silbaran junto al cantante. Banana Pancakesfue otra canción muy celebrada por el público, que ya la pedía a gritos de antemano. Otra gran sorpresa del show fue cuando terminó Same Girl y comenzó I wanna be your boyfriend, tema de The Ramones, versionado al estilo Johnson, más calmo y alejado del vértigo punk. Hubo lugar para otro cover inesperado antes de comenzar Staple It Together, de su disco In Between Dreams, cuando tocaron la introducción de Whole Lotta Love, de Led Zeppelin, en una versión que alternaba entre el folk, el blues y tintes de reggae; una fusión clásica de Johnson.
El público aplaudía y gritaba desencajado al finalizar cada tema. El pianista Gill se dio el gusto de cantar una canción de su banda –Animal Liberation Orchestra- y el bajista Podlewski pudo rapear, generando la aprobación de la audiencia que los ovacionaron tanto o más que al propio Johnson. Luego de tocar Good People,un clásico también muy celebrado por el público, los músicos saludaron y se retiraron; aunque los 30 mil presentes ni se movieron y continuaron observando con atención las pantallas gigantes, como presagiando que volverían. De golpe las luces vuelven a encenderse y sale Jack Johnson, sólo, con su guitarra acústica al hombro, para comenzar con un set íntimo y acústico en donde tocó Do you remember–canción en dónde desnuda la intimidad de la relación con Kim, el amor de su vida hace más de 20 años- Gone, Home y Angel, esta última enlazada con Better Together; el resto de la banda salió al escenario y acompañó al cantante en un cierre de lujo. Todo el público ovacionó al cantante y a sus músicos, quienes se despidieron del país a la espera de un regreso.
Algunos detalles sobre el festival
El Movistar Free Music contó también con otras bandas que sirvieron de preparación para lo que sería el show de Johnson: Ministerio de Energía, Rayos Laser, Horizonte y Banda de Turistas hicieron vibrar al público que se encontraba en el predio Al Río desde temprano. Además, el evento contó con stands de ONGs que brindaban información sobre consciencia ambiental, alimentación y cuidado hacia los animales; así como también stands de comida vegetariana y orgánica.
También contó con fallas de organización flagrantes como señalización indebida del ingreso, falta de capacidad para estacionamiento, errores en la comunicación (se anunciaba que los espectadores podían llevar botellas vacías para llenarlas con dispensers de agua gratis y luego se les impedía ingresarlas, generando pilas inmensas de las mismas que eran retenidas) y excusas irrisorias para impedir la entrada con cámaras fotográficas “profesionales”. Pese a estos errores, que suelen repetirse en este tipo de festivales, la energía positiva de Jack Johnson y su música no se vio opacada y contagió a los miles de espectadores que ya cuentan los días ansiosos para que retorne el hawaiano junto a sus melodías surferas y alegres.