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“Tengo la película que quería contar”

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En el marco del 38º aniversario del golpe de Estado de 1976, se estrenó Nacidos Vivos, una película sobre la sustracción de la identidad y la consiguiente lucha por el origen. En diálogo con Revista Alrededores, Alejandra Perdomo, su realizadora, comparte la motivación inicial detrás del film y cuenta por qué, lejos de ser una problemática obsoleta, es importante abrir el debate en torno al tema.

Por Danila Ramirez || @Danilarz || 27-03-2014



Tan sólo en Argentina, 3.000.000 personas desconocen su identidad. De eso trata Nacidos Vivos, un documental argentino-español sobre la búsqueda del origen. A través de distintos testimonios, y los aportes de profesionales especializados en la materia, la película recorre el camino de aquellos niños que fueron sustituidos  y hoy siendo adultos intentan reconstruir su historia. Motivada por su experiencia personal, Alejandra Perdomo recrea un film fuerte, que cuestiona la naturalización de un delito que involucra la violación de un derecho del ser humano (la Identidad), y pone sobre relieve la deficiencia del aparato institucional para hacerse cargo de la cantidad de casos que luchan por encontrar una respuesta. Un film que advierte en el presente los errores del pasado.


Nacidos Vivos se estrena en el contexto del mes de la Memoria, en el que se recuerda el golpe cívico militar de 1976. La problemática de la identidad ligada a este período es particularmente sensible. Sin embargo, la película no se detiene en esta etapa de la historia…

No se detiene porque el tema de la sustitución de la identidad y el robo de niños va más allá del período de la Dictadura Militar. Yo te puedo hablar en primera persona porque fui sustituida en la identidad. Nací en el año 64, estoy lejos de lo que fue la Dictadura. Entonces, lo que hace la película es abarcar todo el espectro de gente que queda afuera del rango en el que trabajan Madres, Abuelas y el Departamento de Derechos Humanos, que afortunadamente tanto apoyan esta labor. Lo que pasa con nosotros es que no tenemos una gran visibilidad. Hay mucha gente que sigue asociando la sustracción y el robo de niños a este momento de la historia, pero fuera de él somos muchísimos también.


Y ligado a esto, ¿tu experiencia personal influyó a la hora de trabajar con ésta problemática?

Uno en cada trabajo pone mucho de sí. Yo inicié mi expediente de búsqueda en el año 2003 y la película comenzó a gestarse a partir del año 2010. Pasó muchísimo tiempo, pero creo que adentrarme en la búsqueda, ver que uno no cuenta con demasiadas herramientas, es lo que me impulsó a querer que la problemática tome visibilidad; que la sociedad conozca de qué se trata, que se interese para, de esa manera, poder multiplicar las intenciones. Si bien la gente sabe que existen casos en los que no se siguen los caminos legales para adoptar a un bebé, es importante que se empiece a llamar a esto por su nombre, porque  se trata de un delito. Eso es lo que la película intenta hacer, que podamos hablar de  la problemática para que no siga sucediendo. Toda persona tiene derecho a saber su origen. Y al efectuar esta práctica todo queda en el silencio, en la mentira. La persona no sabe cómo iniciar un camino de búsqueda para encontrar a su madre.


En el film se incluyen varios testimonios, opiniones de especialistas ¿Cómo fue la elección de los casos?

Nacidos Vivos tiene como columna vertebral la oficina de Derechos Humanos del Registro Civil de la Ciudad de Buenos Aires. A partir de ahí, del trabajo de Mercedes Yáñez -que es la responsable y creadora de esta oficina-, se fueron desprendiendo las historias. Historias de búsquedas que aún continúan, historias de búsqueda que fueron resueltas. Y por otro lado, elegimos la palabra de la Dra. Eva Giberti que es la persona que más sabe de adopciones, sustituciones, y explica la problemática de manera muy clara y emotiva. Es realmente un placer escucharla hablar sobre lo que significa para un niño y un adulto conocer su origen. Porque es como que te falta la pieza de un rompecabezas. Por más que hayas sido muy bien criado, el no poder cerrar el círculo es doloroso; lo que se siente es algo muy fuerte que no se puede resolver.


¿Cómo fue el proceso de producción del documental? ¿Cuánto te sentiste identificada, en algún punto o en varios, con las personas que brindaron su testimonio?

La elección se fue dando. Yo comencé a elegir a los protagonistas y por otro lado los protagonistas también me eligieron a mí. Porque es un ida y vuelta. Si la persona entrevistada no se abre, no cuenta su historia de una manera íntima, es muy difícil. Cuando a cada uno, además de presentarme, le conté mi situación de sustituida, el diálogo se empezó a dar de otra manera; ellos sabían que yo estaba pasando por lo mismo, entonces podíamos hablar en el mismo idioma. Hay muchos puntos en común. Si bien cada historia es absolutamente personal y diferente, tenemos puntos en común: la mentira, el ocultamiento. Desde ese lado yo me vi, y me veo, reflejada en cada una de las historias. Y por otro lado, ellos también pudieron hablar libremente conmigo, porque percibieron que sabía de qué se trataba.


La película comenzó a gestarse en el 2010 ¿Cuánto tiempo llevó su realización?

En el 2010  presentamos el proyecto para hacer un documental digital al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Fue aprobado y ahí empezamos. Yo había bancado hacía tiempo la investigación, pero, a partir de este momento, comienza a tomar forma la película. Para el 2011 el guión estuvo prácticamente resuelto y la mayor parte de los participantes/personajes, determinados. Al mismo tiempo, el documental tiene eso de que  nos permite no estructurarnos; siempre la realidad es mucho más fuerte que la ficción. Entonces, yo sabía bien hacia dónde iba pero se fueron sumando historias, se fue abriendo el abanico de posibilidades. En el medio, estuvo el viaje a España, porque una de las protagonistas  vive en Cataluña hace 14 años y desde allí sigue la búsqueda de su origen. En este tiempo, tomo contacto con asociaciones y con otras personas que mediante el Facebook de Nacidos Vivos iban pidiendo la amistad y me invitan, a través de una entrevista, a participar de lo que fue la primera exhumación llevada a cabo en Valencia. Entonces, entre todos los procesos, seguir el recorrido de los protagonistas y demás, el rodaje se llevó a cabo más o menos a lo largo de un año, de todo el 2012.


¿Con qué obstáculos se encuentra una persona que busca su identidad, en Argentina?

Lamentablemente nos encontramos con un delito tan privado que a veces no hay datos ciertos. La partida de nacimiento de la mayoría es falsa. Entonces, los datos con los que contamos son falsos, lo que vuelve complejo encontrar la verdad. Salvo que tengas la palabra de un familiar o un amigo, que haya participado de ese momento: “No mirá, nosotros te fuimos a buscar a la casa de la partera tal”, etc. Mi partida de nacimiento, por ejemplo, dice que yo nací en un parto domiciliario en la casa de mis padres, y a mí toda la vida me dijeron que había nacido en el Hospital Fernández, porque mi mamá trabajaba en ahí. Entonces ¿por dónde inicio la búsqueda? Tengo que iniciar mi búsqueda por el Hospital Fernández. Porque, seguramente o posiblemente, haya nacido ahí, pero tampoco hay certezas. Es buscar una aguja en un pajar. Si no hay alguien que te diga, por ejemplo: “Nosotros sabemos que tu mamá era de la provincia tal”, o “trabajaba en tal lado”, o “se llamaba de tal forma”, es muy difícil abrir un expediente de búsqueda. Lo ideal, y es a esto a lo que apunta la película, es que no siga pasando. Quizás ya no podemos trabajar hacia atrás, pero sí intentemos trabajar a futuro. Que a una mujer en estado de vulnerabilidad, que esté por dar a luz a un niño, no la induzcan para que se desprenda de él porque no tiene los medios para mantenerlo, sino que tratemos de ayudarla para que pueda hacerse cargo. Tratemos de revertir el imaginario social que ve esto como una alternativa. Cuando se sustituye a un niño, el pensamiento que surge primero es: “Le están haciendo un bien”, “vaya a saber pobrecito lo que estaría pasando”. Se piensa eso y no en preservar el derecho a la Identidad que tiene esa criatura. Y por otro lado, toda persona que sienta que sus derechos fueron violados debe poder manifestarse y tener a dónde dirigirse. Por eso desde lo legal, lo institucional, tienen que existir las herramientas para que aquellos que quieren apropiarse de su historia, puedan hacerlo. Oficinas que realizan el trabajo de búsqueda minuciosa, de ir a los archivos de registro civil e investigar, en la ciudad de Buenos Aires, está la de Mercedes Yáñez. Debería haber en cada registro civil, o por lo menos en un registro civil de cada provincia, una oficina como esta, porque los pedidos son innumerables.



¿Cómo se dio el proceso de búsqueda en tu caso? ¿Vos te enteraste en el 2003 que fuiste sustituida?

No, digamos que en el 2003 yo me hago cargo de esta parte de mi vida y me pongo a investigar. A mí nunca nadie me dijo que fui adoptada (mucho menos ilegalmente). No me lo dijeron mis padres, no me lo dijeron en los círculos de amigos. Sin embargo, yo siempre me supe ajena, desde chica. No me pude reconocer nunca en mis padres de crianza. Yo me veía diferente no sólo físicamente, sino en todo. Me sentía como quién dice “sapo de otro pozo”. Cuando sos niño preguntás, las respuestas son: “no, lo que pasa es que vos te parecés a una tía que vive lejos, que vive en España”. Esas cosas que van surgiendo. Entonces, a esa edad uno intenta conformarse, porque necesita que le digan la verdad. Después la vida va pasando, se piensa en otras cosas. Yo recién me hago cargo de esto teniendo casi 40 años, después de un accidente en el que sentí que me moría, que no iba a sobrevivir. Luego del shock, del golpe, de meses de estar postrada, logro levantarme y tomo la decisión. Por eso, cada búsqueda es personal. Entonces me contacto con la oficina de Derechos Humanos, en el Registro Civil de la Ciudad de Buenos Aires y empieza otra etapa en mi historia.


¿Pudiste encontrar una respuesta en algún momento?

Es muy complicado. En una oportunidad, en el año 2010, la Sra. Mercedes Yáñez me dice: “Mirá, tengo un par de datos que para mí son para seguir, de dos mujeres que coinciden con el perfil de tu mamá. Vení que te los quiero mostrar”. Estuve alrededor de tres horas sentada, con ella, porque la atención en su oficina es personalizada. Uno se sienta, abre su historia de vida. No tiene un tiempo, no es como una consulta médica. Está el tiempo que tiene que estar, con la intimidad que tiene que haber, a puerta cerrada. Y yo pensé que tenía muchas cosas resueltas en mi vida, y me di cuenta de que no. Fue terrible decir: “Bueno, tengo acá, en mis manos, un nombre que puede ser el de mi madre y el dato que dice que la puedo encontrar en tal lugar”. Es un momento terrible, muy fuerte. A mí me llevó unos cuantos días animarme. Fui con una amiga y finalmente no era por ese lado. Había un error en la documentación de su hija y no era… Por eso, cada búsqueda es íntima. Si bien entre todos nosotros tenemos denominadores comunes, cómo los resuelve cada uno tiene que ver con el carácter, con la sensibilidad, con el momento de vida que está pasando.


¿Qué experiencia te llevás de la película y cómo influyó en tu historia personal su realización?

Estoy muy contenta, porque siento que es la película que quería contar. Los protagonistas son realmente un lujo.  Acompañan al documental a todos lados. Nunca tuve un “no” por parte de nadie. Desde David Lebón y Liliana Lagardé que son los autores de una de las canciones, “Hombre de Mala Sangre”, que enseguida confiaron y pusieron sus derechos. En un momento, hay un fragmento de “Desconfío” de Pappo que su hijo Luciano nos dio los derechos de inmediato. Todas las personas, Viviana Caliza que aportó su voz como cantante y además es sustituida, por eso es una de las protagonistas. Fue siempre un “sí”, en todas las instancias: Eva Gigarti, Mercedes Yáñez cuando le planteamos que desde su oficina pasarían las historias. Todo fue sumando y es más de lo que soñé. Por eso, creo que hoy puedo decir que no necesito seguir buscando. No me urge. No estoy impaciente por encontrar mi origen. Son tantas las bendiciones y agradecimientos que recibo, que siento que mi tema personal ya lo tengo solucionado. Quizás todos los que hacemos películas ponemos mucho de nosotros y siempre hay algo autoreferencial. Ésta tiene mucho de eso. Y hacer el recorrido con todas las personas… Yo no lo tomé como una terapia, no fue mi intención, pero seguramente hay algo en mí que se ha sanado.


Decís que es la película que siempre quisiste hacer ¿Cuáles fueron tus búsquedas constantes durante su filmación?

Está contado, por un lado, con el corazón y por otro lado a través de un equipo técnico maravilloso. La intención fue que los protagonistas se encontraran con un set armado y que pudieran hablar con toda la tranquilidad, sabiendo lo intimidatorio que es una cámara. Entonces intentamos que el equipo sea reducido, lo mínimo indispensable, para el momento de la entrevista. Y se involucraron tanto todos, la parte realizativa y los protagonistas, que me sentí apoyadísima. Por eso tengo la película que quería contar, porque todo se amalgamó de manera extraordinaria.


¿Con qué te gustaría que se encuentre el público que vea Nacidos Vivos?

En principio, yo creo que la película es reveladora. Una de las líneas de ficción está atravesada por la historia de Clara, que es una muchacha embarazada, y atrás hay una especie de túnel que va hacia la luz. Desde ese lado creo que la película  es reveladora, desde la intención de ir hacia la luz. Porque a veces se obra por ignorancia. Mucha gente se asombra cuando uno dice que sustituir chicos es un delito, porque está instalado como natural que alguien se quede con una criatura y la forme mintiéndole. Entonces, cuando escuche los relatos de la gente, la palabra de Eva, el recorrido y el trabajo que hace Mercedes, ahí empieza a entender; a ver una realidad que tenía ante los ojos, pero que realmente no estaba develada. Con eso creo que se va a encontrar la gente. Después hay situaciones de registro que son muy lindas, situaciones que estaban planeadas, pero no tanto. Yo trato de no estructurar a los protagonistas, de darles la libertad para que se sientan cómodos, en cuanto al relato, y que puedan decir lo que tengan ganas. Lo que pude ver en la función de pre estreno es que el público se emocionó muchísimo, los protagonistas... Quizás nada tenía que ver con la temática, porque creo que la cuestión de la identidad es algo que está cercano a todos. Es desde ese lado también, donde la gente puede sentir una cierta identificación. 






Tragedia de Once: piden rechazar los pedidos de nulidad del juicio

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Los defensores de los imputados denuncian que fueron violadas sus garantías, pero el fiscal y una querella lo negaron. Los jueces rechazaron, por otra parte, recusar al perito que realizó el informe que sostiene que los frenos del tren funcionaban.

Por Agustín Ciotti || @agustinc0087 || 31-03-2014


En la tercera audiencia del juicio por la Tragedia de Once, la Fiscalía y una de las querellas solicitaron hoy el rechazo a los pedidos de nulidad del proceso, presentados la semana pasada por casi todas las defensas de los imputados, incluida la del ex secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime. Los abogados habían basado sus reclamos en supuestas irregularidades que habrían afectado garantías de los acusados, cometidas durante la etapa de instrucción, previa al inicio del juicio que tiene lugar en la sala AMIA de los Tribunales de Comodoro Py, situados en el barrio porteño de Retiro.


En primer término, el fiscal de la causa, Federico Delgado, recomendó al Tribunal Oral Federal N° 2 –encargado de llevar adelante el debate oral y público- desestimar los planteos, argumentando que “en ningún caso las defensas consiguieron demostrar algún acto de agravio en perjuicio de sus defendidos”, por lo que calificó las presentaciones como meras maniobras dilatorias. “Estos pedidos sólo buscan prolongar innecesariamente el proceso y, eventualmente, retrasar una posible condena”, advirtió Delgado. La postura del referente del Ministerio Público fue acompañada por la querella representada por Leonardo Menghini, tío de Lucas Menghini Rey, una de las 52 víctimas fatales del choque del tren de la línea Sarmiento contra el andén de la estación de Plaza Miserere, el 22 de febrero de 2012, que dejó, además, más de 700 heridos. “Entendemos que los acusados han ejercido sus derechos de manera oportuna”, aseguró el letrado. 


Jaime –secretario de Transporte entre 2003 y 2009- ya había intentado evitar ser juzgado por esta causa, cuando, a principios de febrero de 2013, en su descargo ante la Justicia luego del cierre de la instrucción, sostuvo que ya no era funcionario al momento de la tragedia, por lo que consideraba “arbitraria” su imputación. Sin embargo, finalmente su nombre integra la lista de los 29 procesados por el episodio, entre los que figuran, entre otros, su sucesor en el cargo, Juan Pablo Schiavi; el ex subsecretario de Transporte Ferroviario, Antonio Luna; los empresarios Mario y Claudio Cirigliano –dueños de la firma Trenes de Buenos Aires (TBA), ex concesionaria del servicio del Sarmiento -; los ex interventores de la Comisión Nacional para la Regulación del Transporte (CNRT), Pedro Ochoa Romero y Antonio Sícaro; y el maquinista de la formación que protagonizó el choque fatal, Marcos Antonio Córdoba.



Los jueces Jorge Luciano Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Alberto Tassara también rechazaron la recusación contra el perito Néstor Luzuriaga –presentada por Menghini- por el informe dado a conocer pocos días antes del comienzo del juicio, en el que se indicaba que los frenos del coche funcionaban correctamente la jornada de la tragedia. La querella había sostenido que Luzuriaga fue contratado en varias ocasiones para realizar trabajos por la Unidad de Gestión Operativa Mitre Sarmiento (UGOMS) -empresa creada luego del desplazamiento de TBA, para hacerse cargo transitoriamente de la administración del Sarmiento- y que, por lo tanto, las conclusiones de su evaluación eran “tendenciosas” y “subjetivas”.


Sin embargo, los magistrados lo desecharon por considerarlo “extemporáneo” (fuera de término), de acuerdo con lo establecido por el Código Procesal Penal de la Nación, aunque aclararon que los resultados de la pericia podrán ser evaluados en una etapa posterior. “En realidad, lo que se rechazó fue el pedido de recusación, pero a la hora de dictar sentencia el informe será tenido en cuenta, junto con la presentación hecha por nuestro abogado”, contó a Revista Alrededores María Luján Rey, madre del joven Lucas Menghini Rey, quien agregó que existe una clara intención de las defensas de demorar el avance de las audiencias. “Desde la instrucción están presentando recursos para que el juicio se detenga, o se preocupan por dirimir cuestiones banales. No tienen ningún apuro en escuchar las sentencias y esa es otra de las cosas que nos diferencian. Nosotros queremos que la justicia llegue lo antes posible”, aseguró. 


El juicio comenzó el 18 de marzo pasado y se prevé que se extienda durante varios meses. La cuarta jornada se llevará a cabo mañana. El tribunal investiga los posibles delitos de descarrilamiento culposo, agravado por muerte y defraudación. Además de la conducta del motorman, también es cuestionada la administración de los subsidios estatales destinados a TBA desde el área de transporte, para el mantenimiento de la infraestructura del ferrocarril Sarmiento y la pasividad del organismo de control, la CNRT, que no tomó ninguna medida frente a las presuntas violaciones al contrato de concesión, por parte de la compañía de los hermanos Cirigliano. Ocurre que ya en 2003 un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) había advertido sobre “ el deficitario estado general de conservación que presenta el servicio (del Sarmiento)" y apuntaba sobre el carácter “ineficaz” de la gestión de TBA.


“Le ponemos mucho amor a la canción”

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Alrededores dialogó con el dúo formado por Carla Cecche y Mariano Botto, quienes mezclan tango, folklore y canción acústica con total libertad y soltura. Ambos cuentan sus inicios, su presente, la grabación de su primer disco y su manera de ver la música. Pasión, arte, sentimientos y aires latinoamericanos expuestos en cada escenario que les ha tocado pisar.


Por Pablo Díaz Marenghi || @pablodiaz91 || 31-03-2014


El filósofo alemán Friedrich Nietzsche fue quien dijo “Sin música, la vida sería un error” y este dúo musical se encarga de impostar esta filosofía en sus melodías. Formado por Carla Cecche en voz y Mariano Botto en guitarra, ambos componen El Balcón: un dúo aceitado, preciso y, al mismo tiempo, descontracturado.

Pareja arriba y abajo del escenario, demuestran con gestos y miradas una química que exponen en cada una de sus composiciones y versiones de clásicos. Tango, folklore, canción acústica; diversos géneros confluyen en su repertorio y ellos le escapan a las etiquetas. Luego de lanzar su disco debut en diciembre de 2013 y de girar por Europa y por la Patagonia Argentina, dialogaron con Alrededores sobre su presente, su comienzos, el gran paso que fue para ellos registrar sus canciones en formato disco y también su manera de ver la música. En una cálida charla de bar, cervezas y risas mediante, Carla y Mariano abren las puertas de su mundo plagado de arte y sentimiento.

¿Cómo empezó el dúo El Balcón?

Mariano Botto: Empezamos medio de casualidad. Yo estaba tocando en un montón de grupos y Carla andaba buscando a alguien. Comenzamos como un guitarrista que acompaña a una cantante. Primero tocábamos tango, porque era algo en lo que coincidíamos y después, en poco tiempo, se transformó en un proyecto.  Elegíamos temas que particularmente le quedaban bien a ella; hacíamos arreglos que no eran tan tradicionales y más adelante empezamos a componer. Ese fue el paso más grande que dimos. En el disco hay 13 temas y7, 8 son nuestros. Empezamos a perfilar por ese camino que no es solamente tanguero; una mezcla de música que nos gusta con total libertad.
Carla Cecche: Nos conocimos en mayo de 2009. Me acuerdo que era la época de la gripe A. Nos juntábamos a ensayar mucho y en seguida nos lanzamos a tocar en vivo. Ese verano hicimos como una gira por la costa, íbamos y veníamos; tocábamos un montón. Después se fue dando también lo de hacer una gira en Europa y aca en Buenos Aires también. La idea era tocar mucho ya desde un principio.

¿Por qué el nombre “El Balcón”?

C: Porque ensayábamos en un departamento que tenía un balcón y todas las imágenes de todas las canciones las veía desde el balcón. Me imaginaba esas historias de amor que contaba, o esos paisajes que describo en las canciones, todo lo veía a través del balcón; era un elemento importante desde el comienzo. Ahora vivimos en un lugar con un balcón muy grande, con una vista panorámica increíble; no es casual.
M: El balcón es como una mezcla de naturaleza y urbanidad. Se ve la ciudad, el cielo las copas de los árboles. Cuando ella lo propuso me pareció perfecto. No hubo discusión.

¿Podían nombrar algunas de sus principales influencias musicales?

M: Si me hacés esa pregunta te digo algo y si me la hacés de nuevo dentro de cinco minutos te digo otra cosa. Porque hay tantas cosas que nos influenciaron que en cada momento de nuestra vida fue muy importante. Eso lo intentamos acaparar. Hay algunos temas que son más canción, otros son más folklóricos; algunos son híbridos. Yo, particularmente, empecé tocando rock, después al folklore, y terminé en el tango como una cuestión natural. 
Carla: Yo arranqué en la adolescencia con todo el Rock Nacional y con toda la música latinoamericana. Silvio Rodríguez, Violeta Parra. Hoy siento que todo eso tiene una gran influencia y que de a poco vamos volviendo. Fue una búsqueda que arrancó por el tango, que era lo que más me identificaba, y ahora con estas composiciones propias vamos volviendo cada vez más a casa, al comienzo. 
M: Una casa enquilombada, ¿No?
C: Claro, una casa con muchas habitaciones. Escuchamos mucho tango, mucho folklore pero también mucho rock.


 



Me parece interesante la mezcla de géneros de la que hablan. Porque, generalmente, los medios ya la sociedad intenta encuadrar todo dentro de alguna etiqueta, o dentro de la música se habla mucho de “Nueva música latinoamericana”. En su música me encontré con tango, folklore, canción e incluso hasta sentí cosas de Susana Baca. ¿Cómo lo ven ustedes?

C: Creo que existe en la sociedad esta necesidad de “encasillar todo”. Nosotros por ejemplo vamos a tocar a ciclos de tango, de folklore o de cantautores. Ahora con el disco en la mano, creo que es difícil definir la música que hacemos porque quizás no es tango puro, o folklore puro. Todas las canciones tienen un aire (de tango, de folklore). Hay una música que tiene que ver con Buenos Aires, que tiene una densidad de todos estos géneros. Tendríamos que ponerle un nombre (risas). 
M: A veces los encasillamientos coartan al arte, porque dicen esto sí, esto no. Y estaría bueno que sea más amplio, más libre, o que cada uno determine qué le parece. Buenos Aires, que no termina en la General Paz, es una gran confluencia de músicas. Vos, por ejemplo, nombraste a Susana Baca como algo natural, y es folklore peruano. Está en la otra punta de Latinoamérica y no es tan distinto. Es natural esta nueva generación de músicas en dónde nos sentimos cómodos en varias cosas. En ese camino estamos.

¿Cómo se da el proceso de composición y ensayo? ¿Se da de manera individual, conjunta o van variando?

C: Tenemos un trabajo individual, en donde cada uno ataca a sus fantasmas y disfruta de la música como le parece. Después un laburo de ensamble entre los dos. Se da también que somos pareja así que tenemos que buscar los momentos. Se da siempre que son buenos momentos; hacer un mate, ponernos a ensayar e ir armando las canciones.
M: Hay un laburo primero de búsqueda y después como de ensamble, como dice Carla. Al principio teníamos muchos ensayos. Después con las composiciones nuevas también. Era un trabajo de, cuando ya teníamos el tema, ir sacándole el brillo. Es como una piedra que se pule. Es algo íntegro, más que algo individual. El canto y la guitarra se ensamblan. Le ponemos mucho amor a la canción. Hay canciones en las que canta Carla sola, en otras el protagonista es el arreglo de guitarra. Pero porque lo dejamos madurar.

¿Cómo se gestó la idea de armar un disco?

C: Yo creo que lo hubiésemos grabado antes si no hubiéramos hecho la gira europea. Pero teníamos tantas ganas de viajar, recorrer, conocer otros públicos, y nos pintó esa. Y cuando volvimos de la gira, los temas estaban tan maduros que era un momento justo porque, si los seguíamos tocando, ya se iban a pudrir. Sentíamos que teníamos que grabarlo en ese momento. Era una etapa necesaria; grabarlos para después seguir con otras canciones. Para que puedan quedar registradas y no se queden en el camino.
M: El disco era el último paso natural de un momento.  Llegó después de muchas experiencias –la de la gira en el exterior fue una muy intensa. Siempre intentamos ser lo más genuinos posible y así lo sentimos.

¿Cómo fue el proceso de buscar un estudio de grabación y encerrarse a grabar el disco?

C: Buscamos varios lugares y finalmente llegamos al Estudio Del Arco, de Osqui Amante –quién falleció recientemente el 6 de marzo. Fue una tristeza enorme porque compartimos con él la grabación de nuestro primer disco, algo muy importante para nosotros.  Con él nos sentimos muy cómodos. Nos recibió con un mate y un palosanto prendido; el lugar era una casona antigua. No sabía si convenía o no pero, al abrir la puerta, fue como una sensación muy cálida. Así empezamos. Grabamos el disco en dos, tres meses; fue rapidísimo porque los temas ya los teníamos súper preparados. Fueron llegando a la sala artistas invitados que nos animamos a pedirles que compartieran nuestras canciones. Vinieron el Mono Fontana, Lidia Borda, Ricky Capria –un amigo contrabajista-, Pedro Bragán –acordeonista, pianista también amigo- y Sonia Elijovich –chelista. Fue una experiencia muy buena porque compartimos con amigos, entre mates y comidas.

En el disco figura el logo de la Unión de Músicos Independientes(UMI) y “Por una ley de la música”. ¿Cómo fue que se acercaron a la UMI y qué beneficios les proporcionó?

M:  Yo me inscribí en la UMI hace como diez, doce años, cuando recién se gestaba, junto a los músicos de la banda que integraba en aquel momento. Nos anotamos todos porque lo veíamos como una manera de apoyar un proyecto que era inédito –y que lo sigue siendo-. Lo hice por apoyar, no porque pensaba “Bueno me inscribo y saco un disco”. Yo los conocía y veía que eran pibes que se juntaban con ganas de hacer algo interesante. Y siempre me mantuve como socio y debo ser el único que en diez años no sacó un disco. Finalmente lo saqué. Creo que con la UMI se han logrado cosas que no existían. Que haya una Ley de la Música, no existía y ahora es una realidad. Es una lucha de muchos años y es muy genuino. Viste que esta esta cosa de “Está todo corrompido”. Bueno, todo no; está bueno que se acerquen y lo conozcan. No todo está perdido. 

¿Cómo se llevan con el “mundo digital” y  las grandes disputas de hoy en día en relación al derecho de autor, las descargas online y las ventas de discos? 

M: Para mi está bien y mal de los dos lados. Por ahí si alguien quiere subir sus discos a Internet, porque le sirve para difusión o para vender discos está bien. Está mal cuando uno tiene que vivir invirtiendo o haciendo detrimento del arte porque no tiene recursos para hacerlo. Es un debate que tiene dos aristas. Esta bueno esto de compartir la música y que quede afuera un tercero, que era el que se llevaba toda. Pero también tienen que discutirse los recursos que financian a la música. Tampoco todo es blanco o negro. Hay un gris, en dónde se tendría que abarcar el trabajo del músico. 

¿Cómo fue girar por Europa? 

C: En la gira estuvimos en Granada (España), en un Festival Internacional de Tango; después en Madrid, Lisboa, Londres, París, y en Ginebra (Suiza). Fuimos con canciones nuestras, no hicimos tantos tangos tradicionales o conocidos. Fuimos “a ver qué pasa” y estuvo muy bueno.
M: Al tocar allá nos sorprendimos de qué los lugares estaban llenos, respetaban mucho la música argentina y latinoamericana en general. En Francia nos hospedábamos en una casa de familia y conocían perfectamente la música argentina. Nos llamaba mucho la atención. También el respeto por apreciar lo que hacíamos. El organizador de la bienal de guitarra a la que fuimos, un francés, se había hecho guitarrista por escuchar a Atahualpa Yupanqui. Yo tomé dimensión de ese conocimiento de la cultura recién ahí porque no tenía ni noción como argentino de cómo se veían las cosas desde allá. También nos miran de allá para acá.





Shows futuros:
El Dúo El Balcónse presentará el miércoles 2 de abril, feriado, en Cirse (Avenida Córdoba 4333) y presentará su nuevo disco el viernes 9 de mayo en el Centro Cultural El Universal -Pasaje Soria 4940-.

Cuando la creatividad le da identidad a la marca

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Muchas veces, el diseño tiene la mala fama de ser un instrumento cuyo único objetivo es hacer las cosas más agraciadas. Este reduccionismo identifica al mismo con la decoración, pero cuando el proyecto tiende a lo engalanado pierde parte de su vigor comunicativo. Definitivamente la estética no es la principal función del diseño, aunque el componente estético siempre forma parte de su mensaje.


Por María de los Ángeles Milan || mariangeles.milan@hotmail.com || 31-03-2014
Fotografía: Florencia Agostinelli || Flor Agostinelli - Fotografía & Diseño


Antes era posible elegir entre productos o servicios basándose en el precio o la calidad. Hoy en día, y en la mayoría de las actividades, eso ya no es posible. Esa diferencia es casi imperceptible. A un producto o empresa ser tan bueno como los demás sólo le sirven para seguir en carrera para no quedar olvidado o -peor aún- pasar desapercibido. Antes se imponía el valor de uso. Ahora el principal valor del producto es la marca y lo que ésta dicta para su diseño.

Por lo que, aparentemente, son los factores emocionales los que influyen a la hora de elegir un producto o servicio de la cultura. Ya desde mediados de los sesenta, por ejemplo, con el mismísimo Andy Warhol y su serie de Latas de Sopa de tomate Campbell, cuando compramos un producto no solo estamos adquiriendo el producto por lo que es, sino que también tenemos en “consideración” un conjunto de discursos que son parte de él. La marca se convierte en una experiencia integral que nos hace sentir ser parte de un grupo determinado. Por lo que ésta, además de identificar al producto, nos identifica como consumidores.


En los últimos años, la propagación de redes sociales y la aparición de nuevos dispositivos tecnológicos, han sabido desarrollar nuevas estrategias y tendencias en la creación de la marca, llevándolas incluso a una renovación completa.

Cuántas veces diferentes marcas han sabido reinventarse para torcer el rumbo que las destinaba hacia el no ser tenidas en cuenta como primeras opciones, o bien simplemente, y no de menor importancia, para estar alineadas a las nuevas tendencias que rigen en el mercado, en donde la importancia de lo visual hace tiempo ya dejo de ser algo de menor importancia.

Los símbolos y los colores son muy poderososy actúan como desencadenantes visuales, que operan mucho más rápido y con más eficacia que las palabras a la hora de implantar una idea en la mente del público. Muchos símbolos son parte esencial del vocabulario que usamos para expresarnos y comprender, desatando emociones intensas. Tal es así que cuando las sociedades comunistas cayeron, la primera medida que tomaron fue derribar sus símbolos comunistas, como las estatuas y las banderas. Pensemos en la bandera con la hoz y el martillo, y el tan preponderante color rojo. Por eso es que se vuelve tan primordial que la marca tenga un patrón de reconocimiento visible a través de elementos tangibles.


Vayamos por partes, una marca consta de un slogan, una forma tridimensional que la represente, una tipografía, una forma geométrica o de objeto, e incluso un color. Si entendemos por marcas “…los signos distintivos susceptibles de representación grafica que nos indican el origen empresarial de un producto o servicio.”, entonces se hace un poco raro explicar cómo un color puede convertirse en ese indicador de origen empresarial.



El color tiene un gran valor expresivo por lo cual va a representar un medio de expresión, y por lo tanto un medio que nos transporta a sensaciones, sentimientos, deseos y emociones. Y es así que interviene y se aplica de forma diaria e innata al ambiente que nos rodea (ciudad, publicidades), indumentaria, productos tecnológicos, golosinas, lácteos, y demás cantidades de productos.


Respecto a su utilidad, los colores también van a jugar un rol en la satisfacción de necesidades sensoriales, es decir, lo que es el mejoramiento en el funcionamiento de un sentido a través de la elección de colores y contrastes adecuados. Así, estos, según su forma, lugar y cantidad en que sea aplicado a un producto, marca o determinado ambiente, puede lograr diversas funcionan específicas: destacar, o por el contrario, disimular, hacer referencia a algo, y demás. 


Un diseñador lo que hace es comunicarse, creando un mensaje para los ojos y para la mente. Un mensaje que debe tener fundamentalmente en cuenta al destinatario, ya que el plano de la identidad y el de la imagen son dos planos superpuestos que no siempre son coincidentes, porque en el de la identidad prevalece la sensación, la voluntad de la imagen que se quiere dar, mientras que en el plano del color prevalece la percepción, la captación que los demás hacen de ellos.



Así como la elección de un logo o de un nombre muchas veces no tienen un significado literal, la aplicación de un color puede ser un buena excusa para dejar entrever qué podrá esperarse de una firma en cuando a comerciales, experiencias de consumo, calidad, tonos de conversación y hasta a lanzamientos de productos. Por ejemplo, nunca se esperaría que Greenpeace utilice el negro o bien que el logo de reciclaje aparezca en otro color que no sea el verde. El color comunica, el color actúa siempre sobre nuestras percepciones y la asociación con una cierta imagen mental es prácticamente automática.


Las nuevas tendencias en diseño grafico aplicadas a las marcas, llevan a una evolución en el marketing, basada no tanto en las propiedades del producto, sino también en la transmisión y producción de valores. Haciendo que el modo de destacar un producto de entre todos aquellos que recibe el cliente y lo que este representa, sea a través de destacar los  valores y conceptos relacionados con un modo de vida concreto, con una forma de vivir, sentir y pensar.


De hecho cuando hay una utilización coherente del color y una combinación concreta, el público asocia de forma sistemática al producto. Haciendo que el uso del mismo lleve a una asociación predeterminada y permanente del producto.

Podemos inducir entonces a decir que el color en la marca se está volviendo la clave de la identidad visual, tanto como la música, iluminación o hasta el marketing olfativo entre otros, que pueden influir en procesos como el tiempo de permanencia del cliente en la tienda, la estimulación del impulso de compra, y simplemente la elección del gusto por favoritismo.



Un Delivery de metal

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Metallica desbordó el Estadio Único de La Plata a puro trash y demostró por qué es una de las bandas más convocantes y poderosas del mundo. Alrededores presenció el sábado 29 de marzo, la primera fecha del “Metallica By Request”, que reunió 100 mil espectadores entre sus dos shows.
 

Por Diego Caballero || DieggaQ Manuel Bernal  || manuelbernal77@hotmail.com 
Fotos: Facebook Metallica || 01-04-2014


Toma el tren hacia el sur”, sugería Luis Alberto Spinetta en un clásico de Almendra, y una horda de remeras negras le hizo caso al flaco para ver a Metallica; lejos de la centralidad de la Ciudad de Buenos Aires. Desde el destartalado tren que parte de Plaza Constitución se pudo observar el mega operativo de traslado de los músicos -“Grupo Halcón” incluido-, digno de una escena de visita presidencial. Como suele suceder en este tipo de conciertos, los vecinos de las zonas aledañas al estadio prepararon todo tipo de oferta: cerveza, carnes asadas, estacionamientos improvisados, entre otros; que recuerda –a escala- a la película uruguaya “El baño del Papa”.

La jornada tuvo como aperitivos a Cirse y la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura de Paraguay, que cambió la intolerancia de los chiflidos previos por aplausos, en apenas 30 minutos. Los “enemigos de la piratería” abrieron su show con un video de los cuatro integrantes explicando el “By request” y mostrando un detrás de escena sobre la manera en que se comunican con el público a través de la web. Acto seguido, las luces se apagaron para la clásica introducción de la película “El bueno, el malo y el feo” y comenzó la carnicería de metal con Battery y la más votada en nuestro país: Master of puppets.


El impactante escenario, que incluyó una pantalla gigante de fondo y dos a los costados con calidad HD, tuvo como agregado de color a dos grupos de fans ubicados a los costados. Los músicos interactuaron con ellos generando algunas escenas más parecidas a las transmisiones de los Grammys o Mtv Awards que a un recital masivo como el de la noche platense. No obstante, la interacción fue la razón de ser de la gira: todas las canciones fueron elegidas por los fans de cada país. Además, antes y durante el show se pudo votar vía SMS entre tres canciones (sólo faltó que suba un escribano al escenario) que finalmente ganó cómodamente Orion. El cuasi reality incluyó también que dos muchachos -uno más nervioso que Otamendi contra Alemania en el mundial- presentaran Sad but true y Creeping Death. En un set con pocas sorpresas, la nueva canción Lord of Summer presentada por el cantante James Hetfield hace presagiar un futuro disco con mucho y nuevo metal.

Sobre el escenario la banda demolió los oídos de un público en su mayoría “post veinticinco” durante más de dos horas logrando algo que pueden hacer pocos: combinar -sin fisuras- velocidad, volumen y una precisión casi metódica. La ola de metal que atronaba el estadio no era tal, era más bien la mezcla perfecta de dos guitarras sonando súper podridas y al re palo; un bajo que da un piso denso y no hace más que lo que pide la canción en cada momento –lo cual es una grandísima virtud-; y una batería que despliega tantos matices y firuletes que es difícil despegar los ojos y los oídos de su cadencia prolija, frenética y perfectamente ornamentada. And justice for all, Ride the lighting, Enter sandman, la sucesión de las elecciones argentas fue una catarata de metal a la carta.

Hetfield, como un número 5 entrado en años, sabe perfectamente hasta dónde puede ir sin quedar expuesto con su voz, y siempre logra atronar la noche con esa mezcla de rabia juvenil y gravedad madura que carga su áspero cantar. El equilibrio que logran su guitarra y la de Kirk Hammet son un espectáculo aparte. En la combinación de notas que el morocho saca de sus violas se esconde una de las marcas más fuertes de Metallica, al igual que los simples pero penetrantes arpegios sobre guitarra limpia que dan inicio a muchos temas que luego desembocan en una autopista con camino de ida hacia el más puro y rabioso metal. Fade to black y One son los ejemplos más claros de esto. Ambos clásicos, junto al hit-balada-temazo Nothing else matters se contaron entre los grandes momentos del show.

Los bises se iniciaron con Whisky in the jar, el cover que después de pasar por las manos de Metallica ya es casi un tema propio –el riff de guitarra se cuenta entre los más melódicos y rockeros del cuarteto-. Luego, el ganador de la noche –Orion- que permitió un despliegue de metal para cabecear con los ojos cerrados. Para el final, como era de esperar, sonó el clásico Seek and Destroy. Las pelotas negras arrojadas desde el techo del estadio que volaban por el campo mega poblado terminaron de demostrar la profesionalidad de la producción del show.

Pasó Metallica. Atrás quedaron los “cansancios físicos y mentales” y las críticas por la ambición monetaria no satisfecha de los estadounidenses. Lejos de contar dólares por la venta de discos, hoy Metallica entiende muy bien que el negocio mutó y que tocar en vivo por el mundo, con estrategias marketineras como el “By request”, es lo que la lógica del mercado demanda. La mera crítica hacia estos legendarios del heavy metal es facilismo, cuando el profesionalismo y la potencia del cuarteto se vuelven innegables ante los oídos de miles. En su noche “Delivery”, Metallica no dejó la opción de mantenerse ajeno a tanto despliegue de sonido y energía. Por ahora la casa está en orden, larga vida al metal.  

“Puedo escribir desde la mugre o desde un lugar donde no haya ninguna expectativa”

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Sebastián Robles publicó en 2012 Los años felices, una novela que primero fue folletín: las entregas se podían leer en el blog Los noventa. En esta entrevista, el escritor cuenta cómo fue pasar del siglo XX a la era de la hiperconectividad y cómo esto influye a la hora narrar. Además, nos adelanta su próxima novela, Las redes invisibles.


Por Luciano Sáliche || @LucianoSaliche || 30-03-2014

Fotografía: China Soler || China Soler Fotografía


Si alguien encuentra en una librería una novela que ficcionalice lo que fue la década del 90 es probable que sea un relato cínico e hipercrítico de las políticas neoliberales. En Los años felices, ese lugar no existe porque el planteo es indagar sobre el plano cultural. Su maquinaria de sentido funciona a varios niveles: un grupo de adolescentes crece y se arropa de responsabilidades en un mundo erosionado. No hay internet ni redes sociales ni movilidad social ascendente ni expectativas de nada, salvo una actitud de supervivencia donde las relaciones sociales se muestran menos mediatizadas y más inestables. Películas de ciencia ficción, discos de rock, radios juveniles, programas televisivos para toda la familia, boliches nocturnos y librerías en la costa son algunos de los dispositivos que moldean el mundo representado.


En un bar de Belgrano, Sebastián Robles dialogó con Alrededores y desmenuzó el proceso de producción de Los años felices y todo el aparato de reconocimiento en su lectura. Además reflexionó sobre el cambio cultural y tecnológico a partir del tormentoso pasaje del siglo XX al XXI y cómo las subjetividades de las personas viraron hacia un mundo completamente diferente. Mientras China sacaba fotos y aún la lluvia era una promesa a futuro, la entrevista se iniciaba con una simple pregunta:


¿Cuál es la función de la literatura? ¿Para qué sirve leer?


Yo no sé si la literatura tiene una función; yo te puedo decir cuál es la función para mí o cuál es la función que intento ejercer cuando escribo y que probablemente la mayoría de las veces no me sale: me parece que es dar sentido, restituir sentidos, sobre todo en una época como la de hoy donde estamos bombardeados todo el tiempo por información que no se sabe de dónde viene, de dónde salió, quién la dijo, por qué. A raíz de ese estado de situación lo que me interesa a mí es tratar de poner un orden sobre eso aunque sea un orden loco pero que haya un sentido porque lo contrario de eso es lo absurdo, la nada. Es una función vital la de la búsqueda de sentido. Eso es lo que valoro en otros libros que leo, que me aportan algo con respecto al mundo, que me cuentan algo.


En Los años felices retratás tu adolescencia y la de tu grupo de amigos durante los noventa. Imagino que no todo lo que contás te sucedió realmente. ¿Cuál creés que es el límite entre la ficción y la realidad?


No sé si hay un límite realmente. En el caso particular de Los años felicesel ritmo de la trama, de la narración, de lo que iba contando estaba muy determinado por el hecho de que estaba siendo publicado en un blog. El blog tenía una serie de características que yo quería respetar. Muchos de los lectores, de los que comentaban a diario no entendían que eso era una ficción, lo tomaban como un relato autobiográfico del autor del blog, entonces muchas veces la lucha era hacerles dar cuenta de que no era así pero al mismo no me quería pasar al otro lado, que sea un relato fantástico. No quería violentar esa regla de la escritura del yo que me interesaba explorar. Por otra parte, la idea misma de escribir un blog sobre los ‘90 tenía que ver con este formato, sino jamás se me hubiera ocurrido escribirlo. Yo leía muchos blogs y me llamaba la atención la cantidad de gente que tenía blogs sobre los ochenta: en general reseñaban discos o programas de televisión de la época pero nunca de los ‘90 y me resultaba extraño que no lo hubiera porque ya estábamos en el 2007, 2008. Entonces empecé a contar anécdotas y de ahí, a inventarlas había un solo paso porque además publicaba todos los días, de lunes a viernes, a la mañana, y cuando no se me ocurría lo inventaba y al final no sé, no distingo qué es ficción y qué es real de ahí. Digamos, creo que el límite entre ficción y realidad está totalmente desdibujado.



Podemos pensar la primera versión de Los años felices como una novela de folletín, por entregas, lo que fue el blog Los noventa. ¿Cuál es la magnitud del cambio entre el blog y el producto final que es la novela en papel?


En realidad el cambio fue por sustracción. De hecho el blog era mucho más largo que la novela, hay una parte a la que se alude en el libro pero que no está que es el viaje a Europa que hacen los protagonistas y no lo dejé simplemente porque no me gustaba, me parecía que sobraba. Hubiera tenido que haberlo reescrito demasiado como para que valiera la pena incluirlo en el libro así que lo dejé. En el interior de los posts o de los capítulos no toqué mucho, simplemente unas cuestiones de coherencia con el resto pero mínimas. Lo que lamento es que no estuvieran los comentarios porque eso era como el lado B del libro. Hay una lógica en los comentarios que es que tienen muy poco que ver con la réplica al texto. Aparece un tipo que comenta algo referido al texto, después aparece otro tipo que le contesta a éste y después aparece otro que sale con cualquier cosa y se va armando un texto autónomo. Esto pasaba mucho en el blog Los Noventa y yo también intervenía muchas veces como uno de los personajes, especialmente Diego, que es uno de los amigos del protagonista. Yo respondía como Eric, mi nombre real no aparecía. Y era interesante lo que se generaba ahí, como una historia paralela donde muchas veces lo que menos me importaba era el texto que ya había subido al blog sino más bien qué podía disparar. Muchas veces jugaba con las expectativas en los comentarios porque yo escribí sin ningún plan.


En la novela, la política aparece por detalles. Recuerdo un pasaje que dice... “los ruidos que se oían a la madrugada eran los pelotazos al aro de Menem jugando al básquet cuando no se podía dormir”. ¿Por qué la decisión de darle ese lugar a lo político?


Creo que esa decisión tiene dos motivos. El primero es que me parece que era una historia que ya estaba muy contada, no tenía ganas de hablar de los ‘90 de vuelta como la década del menemismo, como la década infame, cosa que fue. Cualquier cosa que dijera en ese sentido me parecía falsa o aburrida o repetida ya otros lo habían dicho mejor. No sentía que pudiera agregar algo al respecto. ¿Viste cuando escribís algo y sentís que estás mintiendo? Mintiendo, no ficcionando. Por ese lado, opté directamente por no hablar. Y después, hay otro motivo, complementario, que yo en los 90 era bastante parecido a los personajes del libro: un estudiante de clase media de Villa Ballester que iba a colegio privado, no de los más caros pero tampoco de los más chotos. La política me tocó muy por afuera, era las noticias que se veían por televisión, era algún pariente cercano o el padre de un amigo que se quedaba sin trabajo por mucho tiempo, era el crecimiento de la pobreza en algunas zonas pero era algo que estaba del otro lado de un cristal que tenía poco que ver, en apariencia por lo menos, con mi vida cotidiana que era más con mis amigos, las bandas que escuchábamos, las películas que veíamos. Todo se fue formando como una burbuja; yo creo que escribía adentro de esa burbuja que era protectora. No todos tuvieron esa suerte. Ese era el relato que quería hacer o por lo menos, el más honesto.


En la contratapa hablás de la ambigua sensación de amor-odio que te generó los 90 pero en el título te inclinás al carácter positivo de la época. ¿Por qué te definiste por Los años felices?


Cuando empecé a escribir el blog yo quería escribir que los 90 fueron una mierda, una época aberrante, ¡qué no vuelvan los noventa! De hecho lo empecé en el 2008, unos meses después del conflicto con el campo cuando tenía las sensación de que se había cerrado una etapa, que finalmente no fue así, que lo que se venía era nuevamente una etapa más de centroderecha, más neoliberal tal vez en algunos aspectos. Entonces mi idea era decir “no, no quiero ésto de vuelta”. Y después me pasó que yo no tenía ganas de contar eso. Había algo de los ‘90 que me resultaba hasta sensual para seguir escribiendo. Había algo que yo quería recuperar. Tal vez sea un ejercicio de nostalgia pero por otro lado no. En los ‘90 me pasaron a mí y a todos los que tienen más o menos mi misma edad muchas cosas que son de algún modo las que trato de narrar en el libro. Y eso no me resultaba coherentecon la idea de hablar de los 90 como una época nefasta porque eso significaba hablar de mi adolescencia como una época totalmente oscura. Y no me parecía porque yo no me siento una víctima de nada.Todos somos víctimas de algo en algún momento pero si queremos sobrevivir vamos a buscarle la vuelta. La vida aparece por ahí: por el lado podrido. Y rescatar eso me parecía muchísimo más inspirador, más movilizante ¿Voy a abrir un blog para contar qué mal la pasé en los ‘90? Es falso y aunque no sea del todo falso no quiero tener ese pasado. Yo no soy un historiador, no tengo que narrar una verdad objetiva que no exista, además.



Si tuvieras que pensar en una novela pero que retrate la década del 2000 ¿qué elementos sustituirías? ¿Cuáles serían las cosas predominantes?


Algo realmente transformador en esta década es la web, definitivamente ¿Quiénes eran tus amigos o conocidos o la gente que te rodeaba en la década del ‘90? Los amigos del colegio, los del club, cuando salías a la noche; te daba una perspectiva más acotada. Los puntos de reunión eran muy determinados, un recital por ejemplo. Tal vez la radio era un elemento que vinculaba pero hasta ahí nomás. En cambio ,en los últimos 10 años todo eso cambió tanto que cuesta hasta pensarlo. Yo no fui adolescente en esa época y creo que ese sería un libro que me gustaría leer, alguien que cuente cómo fue crecer en ese entorno con un horizonte mucho más diverso y más absurdo también. Tampoco creo que la web haya mejorado todo, no se puede pensar en esos términos. Creo que también tiene un costado muy oscuro que habrá que narrarlo en algún momento.


Hay un escena en tu novela donde aparece un vagabundo que dialoga con el personaje principal. Y en Orphan, un cuento tuyo publicado en la revista Paco también aparece un vagabundo en condiciones similares. Parece que son tipos sabios que están fuera del sistema pero que no buscan volver a insertarse, no les interesa…


Es como que el vagabundo dice algo esclarecedor. Es cierto, no lo había pensado. creo que no les interesa entrar en el sistema porque ya lo pasaron, ya lo conocen y no les interesa volver a estar adentro. Curiosamente tuve varios episodios con linyeras o vagabundos. Creo que hay una nobleza con el tipo que está ahí afuera y mira las cosas desde abajo, de la mugre. Eso es lo que te da una perspectiva más real. En el centro no se ve la mugre, se ve en la periferia y creo que por eso puse ahí esos personajes. Fue totalmente inconsciente como me suele suceder con gran parte de los personajes que en algún momento empiezan a hablar solos. Por otra parte, me identifico con esos personajes lúmpenes totalmente al costado de donde pasan las cosas pero mirándolas atentamente Es una actitud que me resulta muy fértil en lo creativo. Desde ahí puedo escribir, desde la mugre, desde un blog, desde un lugar donde no haya puesta absolutamente ninguna expectativa de que vaya a salir nada de nada. Desde esa nada se ve mejor.


En Paco publicaste una serie de textos que hablan de la web, más precisamente de las redes sociales, todas imaginarias: Orphan, Balzac, Tlön, Cthulu, Love... ¿Por qué creés que es fundamental internet para pensar la literatura?


Primero porque es mi entorno, si tuviera que escribir sobre otra cosa se me haría más difícil porque lo que yo veo es la web. Cuando salió Los años felices en muchas notas la describían, con razón también, como una novela realista. Yo nunca me propuse hacer una novela realista, simplemente me propuse, como te decía hace un rato, escribir desde la web, desde un soporte que era el blog siguiendo un poco esas normas. Con Paco me pasa lo mismo. Esas notas que vos mencionás, en realidad son parte de un libro que lo estoy terminando esta semana que se llama Las redes invisibles, creo que va a salir este año, que son todas redes sociales imaginarias; un poco como el libro Las ciudades invisibles de Calvino, la misma idea que son ciudades ficticias. Me parecía interesante escribir sobre las redes sociales, primero porque era una nota para Paco. Y por otro lado, me parece que las redes sociales hoy en día son espacios de sociabilidad tan importantes y tan ricos como fueron las ciudades hace algunos siglos. Cuando nacen las ciudad se generan nuevas formas de asociarse con gente y relacionarse con las personas, eso está pasando hoy. Desde ese lugar me parecía interesante tratar de narrar eso. Y después me resulta interesante pensar cuál es el lugar de la literatura dentro de ese universo de redes sociales y de sociabilidades diferentes, cómo es leído un texto y cómo podría ser escrito para ser leído de diferentes maneras. Por ejemplo, ahora estamos hablando, vos en condición de entrevistador y yo de entrevistado, en esta situación y esta nota va a salir publicada en la web. Si yo digo “narrativa argentina contemporánea”, por ejemplo, es posible que alguien googlee eso y llegue en algún resultado a esta nota, pero si yo digo “porno” también es posible que alguno de los últimos resultados de Google caiga en esta nota y esté de algún modo presente en esta conversación. Es muy diferente si esta nota sólo hubiera salido en papel, en el suplemento de algún diario impreso, ahí vos ya sabés que te lee el tipo que está interesado en literatura y el que no, lo deja pasar y lo usa para el asado y chau. En ese sentido hay más fantasmas presentes en esta nota de los que habría que si sólo saliera en papel. No es sólo el peso de las palabras que estamos diciendo acá si no también su materialidad: “porno”. El tipo va a llegar ahí no por el sentido de la conversación sino por la materialidad de la palabra “porno”. Me parece que en algún punto eso debería ser tomado en cuenta en la escritura. Pensar en la literatura en esos términos a ver qué pasa por ahí. No tengo una respuesta, creo que Las redes socialesson un intento.



Contame de Las redes invisibles, ¿ya lo terminaste?


Es un libro que tengo muchas ganas de sacar. Salvo un par de redes que no publiqué en Paco porque son demasiado largas, todo lo otro ya estaba publicado. Me falta un párrafo, corregirlo. Capaz ahora llego y lo termino. Después el prólogo que son dos o tres páginas y después ya está, las otras ya están corregidas. Aparentemente saldría en julio, agosto, vamos a ver si sale y sobre todo si yo lo termino. Me cuesta mucho terminar. En Los años felices también me pasó. Lo escribí todo de un tirón y después las últimas dos páginas cuando ya estaba todo liquidado me bloqueé durante tres meses. Ahora me está pasando un poco lo mismo con éste pero creo que le estoy encontrando la vuelta.


Pertenecés a una nueva camada de escritores que se diferencia de las tradiciones literarias anteriores y es muy difícil de encasillar. Martín Felipe Castagnet, Juan Terranova, Nicolás Mavrakis, entre otros tantos otros.¿Qué es lo que los une?


Reconozco en muchos escritores, los de Paco y también los que no, esta sensación de que hay algo que nos une. Bueno, vos citaste a Castagnet que escribió un libro sobre la web y quizás soy un poco reiterativo pero es algo tan nuevo esto que estamos viviendo, tan diferente a lo que vivimos 10 o 15 años atrás que está cambiando todo y es lógico que cambie también la literatura. Esto no quiere decir que la tradición previa no sea fundamental. Creo que la tradición es la que te da herramientas para orientarte dentro de este mundo que está cambiando y que cambió ya definitivamente. Me parece que todos estamos tratando de escribir sobre esto. No solamente acá, también en otros países. Alguna vez se dijo despectivamente que hay una actitud de falta de respeto a la tradición literaria, yo creo que faltarle el respeto es honrarla en realidad. No conozco a ningún escritor que me parezca valioso que de alguna forma no haya tratado de ir por otro lado de la gente que lo precedió. Porque si no sería muy aburrido, para qué querría escribir un libro como Borges, como Sáer, eso es el pasado, a nosotros nos nutre pero nosotros no somos eso, somos otra cosa, no sé qué pero somos otra cosa.


Sacando algunos casos, la mayoría son escritores que vivieron la adolescencia en los 90…


Creo que lo que contribuye a percibir este cambio sea el hecho de que vivimos una parte de nuestras vidas donde todavía las cosas eran más siglo XX, más diferentes. La sociabilidad era otra, se encaraba de otra manera, en fin… el contraste se puede percibir mejor así. Tal vez un poco tenga que ver con eso, también seguramente tenga que ver con el hecho de que los que vivimos la adolescencia en los ‘90. Recién ahora a los 30 y algo estamos llegando a una edad donde podemos producir algún material interesante. Es un poco de las dos cosas: una cuestión biológica y haber visto las dos caras. Me gustaría saber cómo van a escribir los que viven la adolescencia ahora dentro de 20 o 30 años. Probablemente digan que todo lo que hicimos no sirve.


¿Qué escritores actuales leés y seguís?


Todo lo que pasa por Paco me gusta. También lo que pasa por fuera de Paco: me gusta Felipe Castagnet por ejemplo, Leticia Martin también la leo, Ariel Idez, Facundo García Valverde, Matías Pailos que son compañeros de ruta. Luciano Lamberti, Flavio Lo Presti en Córdoba, Busqued. Esos son los escritores que sigo, que leo y que me interesan. De afuera leo mucho a Coetzee, sigo leyendo a Stephen King como lo leía hace 20 años, cada vez que sale una nueva novela ahí estoy, la leo. Me gustó bastante una novela que salió el año pasado en Alemania que se llama Ha vuelto de un escritor que se llama Timur Vermes, creo que de origen húngaro. El planteo está bueno. En el 2012 vuelve Hitler, no se sabe por qué ni importa, se despierta como si no se hubiera muerto. Se empieza a decir cosas de Hitler por todos lados y de repente se transforma en una estrella de televisión y después en youtube, se va transformando en una especie de ícono pop y es Hitler. Me pareció uno de los libros más interesantes que leí últimamente. Bueno, después Terranova que siempre fue un referente. La mayoría son amigos pero bueno, una cosa fue llevando a la otra.


Por último, teniendo en cuenta este tema de la web, ¿cómo se sobrevive a tanta hiperproducción de contenido donde la gran parte es basura?


La web es un territorio muy rico pero también muy peligroso. Imaginate un tipo que murió en 1960, resucita hoy y lo ponen a leer internet. Yo no sé qué leería el tipo, si entiende que eso es un comentario, si eso es una red social. Volviendo al tema de los vagabundos y los lúmenes, si vos abrís la basura de una persona ahí podés deducir más o menos cómo es la vida de esa persona pero nunca realmente cómo es esa persona; vas a tener una idea. Por ahí ves una cáscara de banana, un paquete de forros, podés ir sacando algo y contar una historia. Esa actitud activa frente a la web es la que nos puede ayudar a sobrevivir ahí adentro. Por eso me parece vital seleccionar, ver, deducir.




Las mujeres al frente

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Dos espectáculos sobre la lucha por los derechos de las mujeres. Diametralmente opuestos en tiempo y espacio pero contundentes en la revalorización del género y con el énfasis puesto en la reflexión. Pinedas tejen lirios y Wake up, woman.

Por Natalia Gauna || @NatCatPop || 03-04-2014



Con siglos de diferencia entre una y otra, una histórica y otra anónima. Las mujeres son las protagonistas en la escena teatral que recupera la historia y la cotidianidad de la vida de aquellas apasionadas, pero sometidas a la injusticia, la violencia y el dolor. Los años pasaron, la lucha también, pero resabios han quedado. Si antes fue Mariana Pineda, hoy es Natalia.


PINEDAS TEJEN LIRIOS


Elenco: Arantza Alonso,  Laura Lebedinsky y  Ariel Pérez de María 

Dramaturgia y dirección: Susana Hornos y Zaida Rico

Funciones: Domingos a las 19hs. Teatro El extranjero | Valentín Gómez 3378 | Abasto

Localidades: $100 | Estudiantes y jubilados: $70 

Tres actores en escenas reciben a un público que,  con más o menos detalle, conoce la historia que allí se contará. Si bien la historia no ha sido generosa con ella, Mariana Pineda es una mujer que trascendió por su espíritu de lucha por los derechos de la mujer. A los 26 años es sometida a un juicio que la encuentra culpable por manifestarse contra el régimen absolutista del  rey Fernando VII. Pero lo cierto es que Pineda sólo había bordado una bandera que decía “Libertad, Igualdad y Ley”. Demasiado “acto de rebeldía” para un mundo machista y poderoso que la creyó merecedora del peor de los castigos: la muerte. El 26 de mayo de 1861, esta joven mujer fue ejecutada en el garrote vil.



La injusticia la sumió en vida, quizás también tras su muerte ya que es un personaje histórico que no es tenido en cuenta en los niveles de la educación formal, por lo menos, en Argentina. Porque lo cierto es que Mariana Pineda es una de las mujeres hito de la historia universal, que perdura hasta la guerra civil española. Pero si la historia está en deuda con ella, el teatro la ha revalorizado. Federico García Lorca dedica a esta joven luchadora una de sus obras más representativas de la primera etapa de su dramaturgia. En 1926, este escritor español da vida en el escenario a este místico personaje.


Casi un siglo después, la figura de Pineda continúa despertando el interés de los artistas. Su voz es recuperada en la piel de Arantza Alonso, quien con dulzura y valentía compone un personaje sólido, reafirmado en la movilidad corpórea de una actriz que sabe cómo contener la pasión y el dolor en cada expresión. La protagonista no está sola: Laura Lebedinsky y Ariel Pérez de María acompañan a la actriz suministrando los elementos necesarios para recrear la crueldad de la España de fines del siglo pasado. Ellos encarnan a todos los personajes importantes en la vida de Pineda -como su amiga, Petra y el juez, Pedraza quien chantajeó a la joven para procurar mantenerla a salvo-.


Susana Hornos y Zaida Rico, directoras de este espectáculo, aciertan en crear una puesta en escena despojada de elementos escenográficos, sólo los meramente necesarios, de modo que es el cuerpo de los actores y sus posibilidades los que recrean la atmosfera que requiere cada escena. Así un cuerpo es personaje pero también el elemento opresor, la celda o el garrote vil. También es el cuerpo que ama, que se libera, que se eleva en el viento y en la historia. Un hallazgo de la labor direccional de estas dos mujeres –aquí, el género, una vez más reafirmado-.


Granada está presente en Pinedas tejen lirios. En su atmosfera, en el olor y en los sonidos. La musicalización transporta a los espectadores a la España del 1800 mientras que los actores cantan y bailan con un ritmo que recuerda a la zarzuela. Así, la belleza geográfica está presente en un contexto de suma crueldad. La ambivalencia de la escena es sublime. Somete, muere y renace a cada uno de los allí presentes y en todo momento. La propuesta de Hornos y Rico es esencialmente poética, es una melodía que suena romántica, justa y poderosa desde que comienza hasta que termina.




WAKE UP, WOMAN


Elenco: Natalia Pascale- Sebastián García.

Dramaturgia y Dirección: Jorge Acebo

Funciones: Sábados a las 21hs. Puentes Amarillos Club de arte | Libertad 1230 | Recoleta

Localidades: $80 | Estudiantes y jubilados: $60


En la misma lógica de las mujeres como protagonistas de la historia, se narra la vida de una anónima que, como muchas otras, se encuentra sometida a la violencia física y psicológica por parte de un hombre. El problema en el cual nos sumerge la propuesta escénica de Jorge Acebo tiene nombre: violencia de género. Y aunque, hoy en día, hablar de esta problemática sea moneda corriente, las estadísticas indican que todavía hay mucho camino por recorrer. La apuesta de este director de teatro es compleja y difícil pero no resulta una sorpresa ya que –quienes seguimos su trabajo- sabemos que Acebo asumió, en otros espectáculos, el riesgo de llevar a escena textos de gran sensibilidad social.


Natalia y Federico se conocen. Se enamoran. Se casan. Conviven y comienzan a vivenciar algunas dificultades. Esas se convierten en peleas diarias y como una violencia generalizada que invade ese espacio compartido, de modo que escapar parece ser la única resolución. Pero no es tan sencillo. Ella es sometida a la violencia, primero verbal y luego física. Una serie de golpizas la degradan, la convierten en la persona que supo ser, pero que lejos está de la felicidad y de la integridad. En la sumisión constante y en la ausencia de ayuda, resulta imposible que Natalia pueda salir ilesa de ese universo de suma crueldad. La tragedia está ahí, se mantiene en vilo, esperando que llegue su hora ante los ojos tapados del resto de las personas que no ven, no escuchan y, menos aun, dicen y denuncian. Una problemática que no escapa a nadie, de la que todos alguna vez, cerca o lejos, escuchamos hablar. La pregunta latente es ¿qué hacemos? O ¿Qué dejamos de hacer? Visibilizar un mal que -en concordancia con el espectáculo mencionado anteriormente- no es de época sino más bien universal, no está de más. Acebo apuesta, arriesga y sale fortuito. Tanto es así que su propuesta ha sido declarada de Interés social y cultural por la Legislatura porteña de la Ciudad de Buenos Aires.


Sin embargo, la complejidad no sólo se evidencia en su temática sino también en el modo de hacer, cómo contar, con qué elementos teatrales cuenta el director para conmover dentro de un género ficcional en el que el artefacto se asoma constantemente. Es decir, cómo mostrar la sangre sin la sangre, sin los efectos especiales que permiten otras artes, cómo recrear el golpe sin el golpe, cómo evidenciar la crueldad que supera a la ficción. Acebo suele enfrentarse a este dilema y lo resuelve, a veces con acierto y otras no tanto. Si algo permite el teatro es crear aquello que no está, el simbolismo es uno de los elementos –por denominarlo de alguna manera- que supera la mera reproducción de la realidad. Por ello, la violencia y la crueldad aparecen de manera magistral cuando los actores vivencian en su cuerpo estos sentimientos a través de la danza, del movimiento coreografiado. No se necesita nada más para oír el grito desgarrador de un alma en pena y un cuerpo que padece. Sin embargo, el espectáculo pierde cuando el director olvida estos elementos simbólicos para acercarse al realismo, sometiendo a los actores a una serie de marcaciones que aunque sostienen resultan forzadas. La búsqueda de realismo produce el efecto contrario, la aparición del artefacto teatral, de la mentira.


Wake Up, woman es una propuesta dura, difícil de transitar pero sumamente necesaria. No sólo en su temática sino también en su estética teatral ya que condensa, somete y, por qué no, libera. El espectador deja de ser pasivo, de mirar para otro lado, para estar ahí, presente sin poder escaparse y hacer como que aquí no pasa nada.


Con la historia aprendimos, nos equivocamos y volvimos a aprender pero no hemos aun alcanzado a hablarlo todo y menos aun, a solucionarlo porque todavía hay tanto Marianas como Natalias.  El teatro, una vez más, demuestra su rol social, su preponderancia y la posibilidad de desocultar.




Sonidos crudos y viscerales: entrevista a Océanos

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El nuevo grupo surgido a principios de 2013 dialogó sobre su presente, su gestación y su manera de sentir la música. Una propuesta interesante, que no sólo se encasilla en el rock clásico sino que busca romper estructuras y se funde en diversos estilos. Mientras presentan su flamante disco debut –Todo Fluye- profundizan y cuentan de qué se trata su obra.


Por Pablo Díaz Marenghi || @pablodiaz91 || 03-04-2014




Una patada en la sien; esa imagen tan gráfica podría representar la sensación que produce la música de Océanos, banda formada por Maximiliano Carucci en voz/Guitarra; Alejandro Raia en bajo y coros; Marcos "Pelvis trompeta" Arrieta: Batería/Percusión y José Muñiz; Piano/teclas conforman una propuesta llamativa dentro de la monotonía del rock nacional: tomando elementos del punk, el garage, el hardcore y el low fi, componen canciones delicadas y, al mismo tiempo, rockeras.


Con arreglos de voces muy trabajados, que por momentos se imponen por sobre los instrumentos, guitarras elaboradas y vertiginosas, el sonido de Océanos es una propuesta alternativa dentro de la escena independiente. Su primer disco, Todo Fluye, reúne 12 historias que narran vivencias, escenas de la vida cotidiana, bajones, desamores y ganas de pelearle a la adversidad. En diálogo con Alrededores, Océanos expone su mundo; sus orígenes, su presente y sus ganas de hacerse un lugar en la escena del rock tocando sin parar.


¿Cómo y cuando surge Océanos?


Océanos surge en febrero de 2013 a partir del material musical que teníamos de varios momentos de nuestras vidas como músicos. Después de compartir diferentes formaciones, mucho tiempo tocando y componiendo. Decidimos darle forma a estas ideas y grabarlas juntos. De esta manera se le dio vida al disco y luego a la banda.


¿A qué se debe el nombre de la banda?


Proviene de la idea que tenemos como banda, de lo que queremos contar, así como los Océanosson el punto de origen de la vida, estamos rodeados por ellos e influyen en nuestra forma de vida, nuestro comportamiento; fluyen de manera determinada y a veces inesperadas, como las conductas humanas.

Por otro lado disfrutamos mucho del mar y cuando podemos nos escapamos a visitar playas para poder desconectar ya sea nadando, haciendo surf, componiendo canciones, o simplemente disfrutando  de lo que la naturaleza nos regala, por eso consideramos que Océanos es un gran nombre para definir a nuestra banda, para definirnos.


¿Podrían nombrar algunas de sus principales influencias musicales?


Después de tantos años como músicos, creemos que las influencias más que las bandas son los mismos músicos con los que vos puedas compartir experiencias: no importa el estilo que desarrollen, lo importante es interactuar. Si tenes la suerte de tocar con músicos importantes, no por su convocatoria sino por el nivel musical que poseen, es mucho mejor. Escuchar todos los estilos, tipos de música y poder disfrutarlos es una gran evolución. Estudiar es fundamental para progresar y sin dudas es la mejor influencia que podes tener más que escuchar mil bandas.


Todo Fluye, reúne canciones potentes, con mucho power, momentos cercanos al hardcore melódico, al punk o al garage con solos de guitarra y riffs que remiten al low fi. ¿Cómo podrían describir su sonido?


Lo que buscamos con el sonido fue básicamente simplificar. Los procesos de mezclas actuales son bastante complejos, entonces nos enfocamos en trabajar sobre los sonidos de los instrumentos previo a grabar, como también la forma de ejecutarlos. Somos muy fanáticos de ver documentales sobre procesos de grabación de discos, productores, músicos, y nos gustó mucho como se hacía en la década del 60 y 70. Los músicos componían no solo la canción sino la forma de ejecutar el instrumento para la grabación de la misma. Nuestra idea fue que la crudeza de las letras sea acompañada con un sonido más visceral y mucho menos trabajado en el post para que no se pierda la forma de contar estas historias.


Su primer disco lo grabaron con Trash Records ¿Cómo fue esa experiencia?


Fue una gran experiencia, nosotros ya estábamos grabando el disco y cuando nos juntamos con la gente de Trash Records nos gustó la propuesta que tenían, no solo acompañaba nuestra idea en la concepción del disco sino también en los métodos  de trabajo. Pudimos desarrollar un buen grupo de trabajo ya que todo se daba en forma fluida. Trash Records siempre aporto ideas muy interesantes respetando nuestra idea inicial con respecto al sonido de disco y la forma de grabarlo. Lo fundamental fue que todos funcionamos como un grupo unido y con una misma dirección, Trash Records trabajó con la misma energía que la banda. 


En sus letras confluyen imágenes existencialistas, escenas de desamor y vida cotidiana.¿Surgen de manera espontánea estas temáticas a la hora de componer? ¿Qué temas suelen inspirar sus letras? 


La temática a la hora de componer es algo espontáneo, creemos que todos tenemos vivencias similares, las tuvimos o las estamos por tener y sin importar nuestra posición social, económica o intelectual, todos tenemos los mismos sentimientos, problemas, alegrías y las expresamos de la misma manera. Lo fundamental en las historias de este disco son las relaciones entre personas y como las viven, y el poder identificarse en una canción nos alivia el dolor o libera nuestra ira, duplica nuestra felicidad o simplemente nos hace pensar "está contando mi historia". Quizás eso haga que superes muchas cosas. Una simple canción puede hacerte salir de un mal momento. Lo que nos inspira es lo que pasa alrededor nuestro o a nosotros mismos, Todo Fluye son 12 historias que nos pueden pasar a tanto nosotros como a vos.



También tienen algunos temas en inglés –“Tonight”, “Timeless”, “Yesterday”- e incluso alguno que mezcla inglés y castellano –“Mientes”- ¿Suelen jugar con el idioma anglosajón a la hora de componer? ¿Por qué incluyeron canciones en ambos idiomas?


Muchos de nosotros crecimos escuchando Sumo, Divididos, en estas bandas era y es algo común. Cuando vos te desarrollas como músico en este contexto no te preguntas si está bien o no hacer un tema en otro idioma, solo lo haces porque así lo sentiste en ese momento. El idioma anglosajón es un recurso más como incluir una guitarra o un violín, son diferentes métodos de expresión que disfrutamos mucho. Creemos que antes que una banda somos músicos y no tenemos que vernos limitados a crear música y utilizar todos los recursos que tenemos a nuestro alcance.


Su disco puede escucharse y descargarse de manera gratuita  en la red social Bandcamp. ¿Cómo se llevan con el “mundo digital” y las grandes disputas de hoy en día en relación al derecho de autor y las ventas de discos?


Hoy en la era tecnológica Internet es el mayor medio de difusión para cualquier artista y beneficia a más gente que a los que perjudica. Nosotros consideramos correcto que la gente se descargue de forma gratuita nuestro disco ya que de este modo llegamos más rápido y a lugares más lejanos que de otra manera nos sería imposible llegar, de modo que podamos cumplir con nuestro objetivo principal que es tocar. No es casualidad que desde la aparición del "download" en las bandas salen a tocar más y hay miles de shows por año, más bandas instrumentales, solistas. El músico volvió a ser lo que era; alguien que para mostrar su arte tiene que salir a tocar y el disco es otro medio de difusión y no el "principal". Ahora cada persona se forma musicalmente y decide que músico le gusta o no, sin importar la calidad del sonido, si tiene dos discos editados o siete canciones.


Tiene cuatro videos hasta el momento y, dos de ellos, son animaciones potentes, sombrías; cuasi comics animados, con mucha sangre, violencia y crudeza (Un western y un combate de aviones militares). ¿Participaron en la gestación de estos videos? ¿Cómo se les ocurrió introducir estas historias?


En un momento de la grabación de Todo Fluye comenzamos a trabajar con la productora Golgothan films quienes ya habían trabajado con otros proyectos de otros artistas. La productora nos comentó la idea de contar estas historias de otra forma, mostrar que una historia tiene varias maneras de ser contada, así fue que se comenzaron a gestar estos videos.

La productora tiene un grupo creativo excelente y su idea en estos videos nos dio una nueva visión sobre las canciones y el disco, En Océanos tratamos de no solo limitarnos a la banda sino tratar de incluir a otros artistas para acrecentar el potencial creativo. Golgothan son los ojos en Océanos y estamos muy contentos de trabajar con ellos.


¿Cuáles son sus próximos proyectos en cuanto a grabaciones, giras y shows en vivo?


Este año trae muchos shows por Capital Federal, Gran Buenos Aires y también se está trabajando para ir a otras provincias a partir de julio. También estamos en la preparación de dos nuevos vídeos que pronto verán la luz y un DVD con varios bonus que estará listo para fin de año o comienzo del 2015. Como somos muy inquietos y no podía ser de otra manera, ya estamos vislumbrando el próximo disco.


¿Pueden adelantarle algo a su público para su próximo show en Makena el 4 de abril?


En el show del 4 van a poder escuchar las canciones del disco con algunas sorpresas que preparamos especialmente para esta oportunidad, van a disfrutar de una banda que se centra en sus canciones y es su forma de contarlas. Queremos recuperar un poco lo teatral de la música y que cada canción sea el episodio de una obra.



Paloma en pleno vuelo

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Escritora entre dos mundos y a pleno vuelo, Paloma Vidal construye mundos y personajes entre lenguas, sueños y recuerdos. Una mujer en tránsito por las dos grandes culturas latinoamericanas.

Por María José Schamun || mjschamun@gmail.com|| 03-04-2014


Paloma nació en Argentina, pero viajó a Brasil a los dos años de edad y ese desplazamiento temprano marcaría su obra literaria. Plagada de viajes entre ciudades y entre lenguas, hacia la memoria y hacia el deseo, los relatos de esta narradora arman un conjunto casi épico donde los personajes atraviesan situaciones iniciáticas y se mueven entre mundos y lenguas con un claro deseo de apropiación.


El dolor de la vida en el exilio, el exotismo que acompaña al deseo del viaje, el idioma como un elemento emotivo y de transición son claves en la composición de la obra literaria de esta escritora que es reclamada como propia tanto por brasileños como por argentinos.


La lengua


Los relatos de Paloma Vidal transcurren en un lenguaje cuidadosamente sutil, donde lo que prima no son las sentencias categóricas sino los cuestionamientos hacia la realidad y hacia los recuerdos propios y ajenos. Las relaciones entre los personajes y las tomas de posición de cada uno no son definitivas en ningún momento sino, más bien, todo lo contrario. Con la sutileza de una poetisa, Paloma lleva al lector a la convicción de que no hay nada definitivo y estático en este mundo.


Los textos que conforman sus cuentos y su novela están hechos de una multitud de voces. Si bien hay una narradora bien definida, su voz “está hecha” de muchas otras que hablan de cosas distintas pero hacia un claro objetivo: la definición de la identidad. Sus textos son una búsqueda constante. Esta característica hace surgir discursos relacionados con la memoria (para contar la historia familiar) y el deseo (lo que se quiere ser) que no son sino formas del pasado y el futuro, intersección en la que se construye un presente de puro texto donde toda definición se entiende como algo temporal. Esta temporalidad no sólo refiere al hecho de que está marcada por el momento histórico en que surge sino a que recibe la capacidad de cambiar a lo largo del tiempo, justamente, por su dependencia del momento en que se piensa. No es que la identidad sea algo frágil sino que se muestra en su plena construcción.


Los personajes de Vidal son siempre personajes en construcción porque así es el ser humano hasta su muerte: una escritura entre la memoria y el deseo.


Esa memoria familiar en la que los personajes buscan su origen y su justificación es el puntapié inicial de las historias que fluyen en una zona en la que se imbrican dos lenguas (a veces tres, si contamos el inglés ocasional): el castellano y el portugués.


En los relatos de Vidal, el castellano es la lengua del pasado, aquella que fue traída desde Barcelona a Buenos Aires y que, en Brasil, persiste como la lengua de la familia de origen. El portugués, unida sobre todo a la ciudad de San Pablo, es la lengua del presente de los relatos y la que se proyecta hacia el futuro en la figura del hijo. Las protagonistas, por lo tanto, construyen las relaciones familiares en dos idiomas y quedan, de esta manera, formadas por una tensión entre los modos de decir de una y otra lengua, entre los espacios, las personas y las vivencias que cada lengua trae asociados. Este bilingüismo (que, junto a cualquier otro concepto, también se cuestiona) surge de la necesidad de imbricación de ambas lenguas en la narración para poder reelaborar la memoria en busca de respuestas para el presente.


Despojada del peso de las sentencias, la escritura de Paloma sobrevuela escenas de una vida llena de otras vidas que dan sentido a las preguntas que no siempre encuentran respuesta pero que son fundamentales para personajes en construcción permanente.


Los personajes


Con una voz femenina que cuenta en primera persona sus experiencias y recuerdos, las protagonistas de Vidal suelen mostrarse en el momento del pasaje de la adolescencia a la adultez. No es coincidencia que, tanto en su novela Algum Lugar como en su libro de relatos Más al sur las protagonistas comiencen definiendo su lugar en relación a una figura protectora (casi paternal) y terminan el recorrido en su papel de madres, siendo ellas mismas las protectoras.


Los textos se transforman en la evidencia de que cualquier respuesta a la pregunta “¿quién soy?” es temporal y, si bien depende de la respuesta a “¿De dónde vengo?”, en los relatos de Vidal la identidad está tan ligada a la herencia como a la elección de un estilo de vida. Lejos de sufrir del fatalismo histórico de los exiliados, los personajes de Paloma cambian de ciudad y de lengua para seguir viviendo y no sólo para sobrevivir. Si bien hay muchos pasajes teñidos de añoranza, los personajes no se relacionan con el pasado a través de la melancolía sino más bien por la curiosidad sobre el origen, buscando explicaciones para un ahora que nunca es transparente.


La búsqueda de identidad se vive como una construcción del propio lugar en el mundo. En este sentido, surge, en la novela y en el relato inicial de “Más al sur”, la cuestión del género y, si bien es algo secundario, no puede dejar de verse la complejidad de un personaje femenino situado en la intersección de una época que se disuelve y otra que no termina de llegar. Definida por una tensión entre los antiguos roles y los ejemplos de sus antepasados, y las posibilidades actuales y la elección de un estilo de vida, la protagonista debe aprender a ser adulta en un mundo plagado de voces, muchas veces, contradictorias. 


La toma de posición, por temporal que pueda ser, representa el pasaje de la adolescencia a la adultez y está formada por cuestionamientos al pasado familiar, a la construcción del presente y al mismo lugar que se busca ocupar.


Las problemáticas que los personajes centrales enfrentan generan una identificación con el lector de manera inmediata: la necesidad de comprender el origen para poder proyectar un futuro es algo por lo que los seres humanos hemos pasado en todas las épocas. De la misma manera sucede con los conflictos relacionados con el género ya que, de uno y otro lado, se pone en evidencia la caducidad de una forma de vida tradicional en la que los roles ya no pueden ser los mismos. Los relatos ponen en juego, ante todo y más que nada, una imposibilidad de responder a muchas de las preguntas que se le hacen al pasado así como la necesidad de dar forma de manera “tentativa” a los cuestionamientos hacia el presente. Esa imposibilidad, hacia el final de ambos libros, se vuelve una aceptación de las circunstancias con una calma propia de aquello que “es” a pesar de no poderlo explicar. Es este último rasgo lo que le da a los textos de Vidal una actualidad imposible de eludir y la hace una narradora que, tal vez sin ser consciente de ello, da cuenta cabal de la problemática de su época: un mundo en proceso de cambio donde los lineamientos de las generaciones pasadas, si bien guían nuestro accionar con su ejemplo, ya no aplican del todo y donde el equilibrio de las relaciones humanas es dinámico porque la identidad se construye constantemente como un entramado de tensiones entre voces, lenguas y lugares diversos. La realidad queda definida como la tensión entre los recuerdos y los deseos, entre el lugar que se hereda y el lugar que se elige, y es esa misma tensión la que define a los personajes.



Los viajes


Si bien la literatura ha tratado este tópico muchas veces antes, pocas veces ha sido tan inherente a los textos como a los de Paloma Vidal. Escritora en tránsito de una lengua a otra, de una ciudad a otra y heredera de las dos grandes culturas latinoamericanas, genera ficciones tan reales como poéticas, atrapantes desde la sutileza con un guiño a los lectores que más que cómplices nos hace partícipes.


Paloma hace a los lectores partícipes de una existencia en equilibrio dinámico. Cada uno de los relatos de esta joven escritora acude a la temática del viaje para narrar una existencia entre dos mundos. Esos mundos en los cuales se mueven los personajes no están delimitados completamente sino que se dejan ver como una insinuación en diálogos, sueños y recuerdos. Aun así, tienen como característica bien definida la pertenencia a una lengua, por lo que hacer el viaje implica, al mismo tiempo, cambiar de idioma.


Estos cambios de lugar no suelen ser fáciles y siempre vienen acompañados del choque cultural y del dolor del exilio. Aun cuando no sean inmigrantes, las protagonistas sufren el cambio de lugar y la confusión que les generan los nuevos modos de decir: la lógica del nuevo idioma, esquiva e incomprensible, hace que la adaptación al nuevo ambiente sea un desafío, a veces, imposible de superar.


En los relatos de Paloma, los viajes no sólo implican la pérdida irreparable de algún elemento de la identidad sino la posibilidad de ser consciente de que ésa es la propia identidad y, a partir de ese conocimiento, poder modificarla. En la literatura occidental, el tópico de los viajes siempre ha implicado el peligro de perder la vida pero en los textos de Vidal ya no es sólo una amenaza: hay personajes que viajan para morir y otros que viajan para no morir. El exilio por la amenaza política o por el hambre, el viaje por la aventura o la añoranza. Siempre que un personaje de Vidal emprende el derrotero de ida o vuelta, tiene mucho que perder y perderá pero a cambio ganará la certeza de un presente que es siempre esquivo excepto cuando se ha arriesgado todo y, en el límite de lo que se puede entregar, ha aprendido los límites de su identidad.



El mundo de Wes Anderson

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Wes Anderson acaba de presentar su nuevo film, The grand Budapest hotel, una aventura basada en la obra del escritor austríaco Stefan Zweig. Revista Alrededores aprovechó la ocasión para realizar un recorrido por la exitosa filmografía de este talentoso cineasta.

Por Federico González || federico.dx@hotmail.com || 03-04-2014


El jueves 20 se estrenó The grand Budapest hotel, la octava película de Wes Anderson, lo que nos brinda la excusa perfecta para repasar su filmografía. Con 18 años de carrera y 8 títulos, Anderson logró crear un universo lleno de historias de amor, cartas escritas a mano, un sentido del humor bastante particular, tomas muy simétricas, y muchos colores.


Repletas de todas estas características, y en conjunto con grandes actores, sus ocho films saben dejar una sensación de alegría al espectador. Sin más preámbulos, su obra:


En 1996, dirige su ópera prima, Bottle Rocket. Historia de Dignan y Anthony, dos amigos interpretados por Owen y Luke Wilson (hermanos fuera de la pantalla) que, junto a otro marginado, llevan a cabo un plan de Dignan para efectuar un simple robo. Si bien la película no cuenta con demasiada producción, por lo que carece del despliegue fotográfico y artístico tan característico del cine de Anderson, se pueden ya notar personajes bien logrados,elementosde comedia, tramas de suspenso, algunas paletas de colores y esos planos cenitales que sigue usando hasta hoy día. Con el guión escrito por el mismo Anderson en conjunto con Owen Wilson, nos adentramos en la primera de una serie de películas tanto personales como divertidas para el público.


Dos años después, con otro guión de la dupla Anderson-Wilson, llega Rushmore, una comedia protagonizada por Jason Schwartzman, interpretando a Max, un joven de 15 años que asiste a la “Academia Rushmore”, dónde fracasa en todas las asignaturas, pero participa en todas las actividades extracurriculares. Los problemas de Max son dos: el primero, si no mejora sus calificaciones será expulsado de la academia; el segundo, se enamora de una profesora del instituto (Olivia Williams), de la cual también está enamorado su nuevo mejor amigo, el señor Fisher (Bill Murray). Esta película transmite un mensaje sentimental más grande y profundo que su antecesora y es un escalón más hacia la fama para el director.


The Royal Tenenbaums, el tercer título, es el retrato de una familia algo anormal en su momento más normal. Padres divorciados y tres brillantes hijos que se encuentran perdidos en sus propios mundos. Gene Hackman encarna al mal padre que deja a su familia por más de 15 años y, fingiendo un cáncer de estómago, vuelve en su búsqueda, pero se encuentra con que sus hijos se sienten igual de solos que él. Este guión, escrito en conjunto con Wilson, obtiene una nominación de la Academia. Anderson, entoncescon tres películas en su haber, termina de sentar las bases de su cine, que lo acompañarán el resto de su carrera.


Con The aquatic life with Steve Zissou, Anderson deja la tierra para mudarse al agua, y también deja de escribir con Owen Wilson (que será uno de los protagonistas de la historia) para hacerlo junto a Noah Baumbach. En esta película vemos las aventuras del oceanógrafo Steve Zissou (muy bien interpretado por Bill Murray) y toda su tripulación en la búsqueda del Tiburón Jaguar. Junto a esa trama de aventuras, se cruza la trama dramática familiar (¿Cortesía de Noah?) entre Steve Zissou y su nuevo hijo Ned (Owen Wilson). Todo se ve con una infaltable pizca de comedia, y con una perfecta paleta de colores, la cual junto a la fotografía crea la mejor obra para los ojos hasta el momento del director texano.


2007. India. Tiempo de The Darjeeling Limited, la película en la cual junto a la entrada del cine te dan un boleto para un viaje de tren. Inspirado en la obra de Satyajit Ray, una película de Jean Renoir y documentales de Louis Malle, Anderson crea (en esta oportunidad junto a Jason Schwartman y a Roman Coppola) a tres hermanos que no se ven ni se hablan desde el funeral de su padre un año atrás. En todo ese año, cada uno pasó por varias situaciones dramáticas que se guardaron para sí, y en este viaje terminarán (aunque no sea acorde a su ánimo inicial) purgando todos sus problemas y uniéndose otra vez como familia. Los colores y la música crean una atmósfera mitad feliz y mitad nostálgica. Si bien los tres hermanos, interpretados por Owen Wilson, Jason Schwartzman y Adrien Brody, son los principales actores, el elenco se completa con pequeñas apariciones de Anjelica Huston, Waris Ahluwalia, Amara Karan, Bill Murray y Natalie Portman.


Dos años más tarde, un zorro en stop-motion y con la voz de George Clooney es el protagonista de Fantastic Mr. Fox, la entrada al mundo animado del director. Basado en el libro de Roald Dahl, nos cuenta cómo un zorro le rompe la promesa a su mujer de no cazar más y roba a sus tres vecinos granjeros. Estos últimos buscan venganza y toda la familia del Mr. Fox y sus amigos deben buscar la forma de sobrevivir. Con las voces de Clooney, Meryl Streep, Jason Schwartzman y Michael Gambon en los papeles principales y un reparto de más de diez actores se logra darle vida a esta novela infantil.


Con Moonrise Kingdom (2012) Anderson se muestra en su mejor momento como director. Situándose en 1965 y con una isla ficticia de Nueva Inglaterra como escenario, seremos testigos de la huida amorosa de un scout huérfano y una chica desatendida por su familia, ambos de 12 años de edad. Una historia que puede ser algo real, y también algo soñada. Si bien Anderson utiliza a varios de sus actores fetiches (Anjelica Huston, Bill Murray, Jason Schwartzman), lo destacable es esta pareja principal, interpretada por Jared Gilman y Kara Hayward.


Ahora sí, The Grand Budapest Hotel. Las aventuras de Gustave y Zero, el encargado de un hotel y su nuevo botones. Basada en la obra del escritor vienés Stefan Zweig, Anderson nos brinda una colorida aventura en la cual sus personajes  viven en un mundo que está cambiando y ellos no parecen notarlo. Relatando una historia de los años treinta, vemos a Gustave viviendo con toda su elegancia posible y consiguiendo la amistad de cualquier señora mayor y rubia que pase por lujoso hotel. Madame D, una de sus mejores “amigas” muere, dejándole de herencia una pintura que desatará una serie de complicaciones para los protagonistas. Con un excelente Ralph Fiennes como Gustav y el nuevo Tony Revolori como el joven Zero, Anderson nos trae una de sus mejores comedias. Parte de la “familia Anderson” completa el reparto: Bill Murray, Adrien Brody, Jason Schwartzman, William Dafoe, Owen Wilson, Jeff Goldblum y Edward Norton.


En resumidas cuentas, dotado con una narrativa y una estética visual sobresalientes, Anderson logró abrirse paso en el mundo del cine, creando personajes e historias tan maravillosas como personales. Y así, el director entabla un acuerdo con el espectador, ofreciéndole bellas obras, cada una particular en respecto a la otra, pero a la vez, con el mismo sentido “surrealista”. Por eso, a la hora de ir a ver una película de Wes Anderson, se puede tener una idea de lo que se verá y cómo, pero siempre cabe esperar algo sorprendente.



El mensajero del rock

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Johnny Marr, leyenda viviente de la guitarra, se presentó el jueves 3 de abril en Niceto Club, en uno de los Sideshows desprendido del Lollapalooza Argentina 2014. En un marco íntimo el británico brindo un show de lujo en donde no faltaron versiones de su ex banda The Smiths y los temas de su primer disco solista The Messenger.

Por Pablo Díaz Marenghi || @pablodiaz91 || 04/04/2014
Fotos: Pablo Díaz Marenghi || Facebook Niceto Club



Remeras de The Smiths delineaban el paisaje en las inmediaciones de Niceto Club, ubicado en pleno Palermo. Johnny Marr, ex guitarrista de dicha banda británica, se presentaría esa noche de jueves 3 de abril; luego de su celebrado show en el segundo día del Lollapalooza local el 2 de abril. Con desprolijidades en la organización mediante y luego de una lesión en la mano del cantante que hizo peligrar su gira por Latinoamérica, el ahora solista, pionero del britpop, brindó un show intímo pero a toda máquina en donde desfilaron canciones de su antigua banda –ya de culto-, algunos covers y gran parte de su primer disco solista The Messenger (2013).


Luego de un escenario precalentado por la banda local Les Mentettes, el show del talentoso guitarrista oriundo de Manchester arrancó puntual. Vestido de prolijo traje azul de seda y camisa bordó; apenas pisó el escenario comenzaron a sonar los primeros acordes veloces de “The Right Thing Right”, tema que abre su disco. Los punteos de su guitarra y el bajo lacerante abrían un show que duraría casi dos horas. El público saltaba, cantaba con fuerza, movía los brazos y algunos registraban lo que veían con sus celulares; algunos con rostros incrédulos, ya que estaban viendo al ídolo de muchos, fiel ladero de Morrissey en los ochentas.


Al instante, con los fans todavía emocionados, llegó el turno de la primera versión de The Smiths de la noche: “Stop Me If You Think You've Heard This One Before”. El delirio se desató a metros del escenario; muchos señores de cuarentaylargos agitando y danzando cómo adolescentes; quizás rememorando las épocas en las que coreaban las canciones de Marr y Moz. Luego pasaría “Upstarts” –con una melodía muy pegadiza, fiel al estilo del autor- y “Sun & Moon” –Potente y rockera- ambas de The Messenger. "La prouxima canción se shama: The crack up"dijo Marr en un español rústico y, a la vez, simpático. Su acento británico interactuó más de una vez con el público, a través de chistes y agradecimientos.



Si Morrissey es amor y poesía, Marr es rock. La guitarra de lado, apuntando hacia el frente como si fuera un rifle. Un pie adelante, otro a un costado, la espalda levemente encorvada. La mirada firme hacia el escenario, leve sonrisa. Eso es Johhny Marr. Su pose clásica, que tantos luego copiaron y deformaron, sigue siendo una marca registrada. No sólo hace hablar a la guitarra, con punteos y fraseos que hacen olvidar su fractura de muñeca reciente, sino que recorre el escenario con actitud, soltura y madurez; un reflejo de sus años en la música. A simple vista puede parecer antipático. Todo lo contrario. Su carisma lo convirtió en un gran showman a quién el público no dejaba de gritarle mensajes de afecto y agradecimiento.


“Sé que no escucharon mi disco, no importa, vamos a divertirnos” disparó el músico en un inglés bien british, intuyendo que había muchos allí presentes que desconocían su obra solista y deseaban escuchar canciones de Smiths. Esto se evidenció a la hora de poguear: cuando sonaban temas de la ex banda de Marr que lo consagró a la fama, el público estallaba, generando una marea de personas saltando, bailando y moviendo los brazos con locura. Esto pasó en “Panic” y, más profundamente, en los hits de The Smiths “Bigmouth Strikes Again” y “How soon is now?”.


Su Fender blanca no paraba de sonar. Por allí pasaron 10 de los 12 temas de su disco, incluido “The Messenger”, tema que le da nombre y bien podría ser un hit radial. Canciones como “New time velocity” –De melodía más suave, casi acústica- y “Generate! Generate!” –Cuyo estribillo coreó todo Niceto- tuvieron muy buena aceptación por parte de la audiencia; lo que demostró que Johnny Marr dejó de ser hace tiempo “El guitarrista de The Smiths”. Pasada la hora y diez minutos los músicos se despidieron –“Espero verlos pronto”, saludó Marr de nuevo en español- y se retiraron; aunque nadie se movió. Las luces seguían apagadas y el público inmóvil, ansiando la vuelta de Johnny y su banda.



A los pocos minutos estos retornaron –ahora Marr de remera a rayas, para intentar combatir el calor que ya era muy intenso dentro de Niceto- y comenzaron con arpegios suaves que darían pie a una de las mayores emociones de la noche: “Please, Please, Please Let Me Get What I Want”, tema de los Smiths que provocó más de una lágrima. Seguido vinieron “I fought the Law” –cover de The Crickets inmortalizado por The Clash- y “Getting Away With It”, de Electronic, grupo que formó junto a Bernard Summer, de New Order y los Pet Shop Boys.


Los músicos sonreían mientras Johnny los presentaba para que todo Niceto los aplauda. Al final, el británico se despidió con “There Is a Light That Never Goes Out” –Quizás el tema más emblemático de The Smiths- dándole el gusto a su gente; quién no paró de poguear, saltar y celebrar su música.


Con un hasta pronto cálido y la mano en alto saludó a todos los allí presentes prometiendo regresar. Muchos lo esperaron a la salida y algunos hasta pudieron darse el gusto de llevarse recuerdos firmados por él en la puerta de su hotel. Johnny Marr dejó su huella en Buenos Aires por partida doble –Se presentó antes en el Lollapalooza- y cumplió con creces brindando un show digno, demostrando que estaba intacto pese al paso del tiempo y dejando bien claro que ninguna lesión le impediría tocar


Chacabuco: Una fábrica cerró sorpresivamente y los trabajadores resisten el despido

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Desde hace diez días, la fábrica Fiorentina quiere dejar la planta que tiene en Rawson y mudarse al Conurbano bonaerense. Los trabajadores afectados acampan en la puerta de ingreso. Hoy se realizará una reunión entre las autoridades provinciales, directivos de la empresa y los empleados, para intentar destrabar el conflicto.


07-04-2014

Por Agustín Ciotti || @agustinc0087

y Luciano Sáliche || @LucianoSaliche 



Una empresa ligada a la multinacional 3M, ubicada en la localidad de Rawson, partido de Chacabuco, decidió el pasado viernes 28 de marzo cerrar sus puertas y, sorpresivamente, cerca de 30 trabajadores ven peligrar sus fuentes de ingresos. Se trata de la fábrica de escobillones y productos de limpieza Kolors Kervakian S.A (Fiorentina), que resolvió dejar el pueblo chacabuquense y trasladarse a Hurlingham, en la zona oeste del Gran Buenos Aires.


La versión de la compañía es que la capacidad operativa de la planta de Rawson es insuficiente para elevar los niveles de productividad, pero la resolución afecta directamente al plantel de empleados, quienes desde que se desató el conflicto se encuentran concentrados en la entrada al establecimiento, al costado del acceso al pueblo. Según contaron a este medio algunos de los trabajadores perjudicados, “el rumor del cierre se venía escuchando hacía varios días” y se confirmó en la reunión que mantuvieron con el secretario general de la seccional Chivilcoy del Sindicato del Plástico, Rubén Moyano, el viernes 28.


“Pensábamos que el gremio nos iba a defender, pero nos abandonó”, contó a Revista Alrededores Lucas Larrondo, uno de los trabajadores en riesgo de perder su empleo. “Nos ofrecieron firmar el despido e indemnizarnos o trasladarnos a Hurlingham, pero es una locura. Nosotros tenemos nuestras vidas acá y, además, nos pagarían el mismo salario y el costo de vida en el Conurbano es mayor”, agregó. Por su parte, otro de los trabajadores, Santiago Piccone, también apuntó contra el gremio: “El sindicato nos entregó porque allá van a entrar 45 personas puestas por ellos y acá somos 30”.


El predio de Hurlingham es propiedad de la compañía, mientras que el de Rawson es alquilado. De acuerdo con lo que pudo averiguar este medio, si los empleados aceptan el traslado a la planta de Hurlingham, la empresa les costearía el 50% del alquiler de una vivienda durante el primer año y el 30% durante el segundo. Sin embargo los trabajadores aseguraron que lo que se debe aumentar es el salario para poder equiparar el nivel de vida del nuevo destino. En promedio, el sueldo que perciben actualmente es de $7000.


Casi todos los obreros de Fiorentina viven en Rawson, con excepción de tres: dos, oriundos de Carmen de Areco, y el restante de Chivilcoy. Según afirman, el resto de la población apoya sus reclamos. El conflicto alcanzó escala nacional, ya que incluso debió intervenir el Ministerio de Industria de la Nación, a cargo de Débora Giorgi. También se ofreció como mediador el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, el referente político más importante de la ciudad de Chacabuco.


Hoy se llevará a cabo una reunión, a partir de las 11, en la sede de Chacabuco de la delegación regional del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires. Participarán de la misma trabajadores  de  Fiorentina, directivos de 3M y el delegado ministerial, Joaquín Yanibelli. “La idea es lograr mantener todos los puestos de trabajo, pero si no pueden cumplirlo que pongan algo similar, porque Rawson tiene 2000 habitantes y esta es la fuente laboral más importante“, aseguró Piccone. Se espera que se firme un acta de compromiso para que en los próximos 90 días se resuelva la situación de los empleados. Durante ese período, se suspenderían los telegramas de despido y los trabajadores continuarían percibiendo sus haberes.       


BAFICI vs BAZOFI: dos festivales del circuito alternativo

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Durante esta primera quincena de abril se podrán disfrutar dos festivales de cine que pertenecen al circuito alternativo. El Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente y en el otro extremo casi como una especie de némesis el BAZOFI. En esta nota te contamos las propuestas de cada uno de ellos.


Por Jorgelina Ezcurra || @JorshiaE || 07-04-2014


Del 2 al 13 de abril tendrá lugar la 16ta edición del BAFICI. Con una programación completamente heterogénea se posiciona como herramienta de promoción para la producción independiente, la cual encuentra en este ámbito un lugar de privilegio para mostrar films innovadores y comprometidos de la escena nacional e internacional.


Las sedes que participarán en esta edición son: El Village Recoleta,  el Village Caballito, el Malba, el Centro Cultural San Martín, el ArteMultiplex Belgrano, el Planetario, la Fundación Proa, el Centro de Experimentación del Teatro Colón. Además  habrá proyecciones especiales en el Anfiteatro del Parque Centenario, el Centro Cultural Recoleta y en la Fundación Universidad del Cine.


Frente a las diferentes secciones y la creciente cantidad de títulos que la competencia presenta a veces uno  entra en la duda respecto a la elección y ahí surge la pregunta: ¿qué  ver? Dos recomendaciones simples:


Salvo”, de Fabio Grassadonia y Antonio Piazza. Formará en esta edición parte de la sección Panorama. La historia ronda en torno a un mafioso que se defiende de un intento de asesinato, matando a los sicarios y al cerebro de la operación, pero deja viva a la hermana de este último, ciega, escondiéndola de su propio grupo en una fábrica abandonada. Una película que habla sobre las maneras y los límites de la percepción. Los primeros 30 minutos de película son claves para impactar al espectador. Las imágenes, su belleza y su buena estrategia de combinación hacen un combo acertado. La primera persecución, las muertes, la entrada en la casa donde se encuentra con Rita, la ciega, ponen el acento en el ritmo, la respiración, la música, los silencios, los detalles. Una mano que se acomoda una zapatilla, un tema musical que se repite, un rayo de luz que permite divisar una figura. Se podría decir que el encuentro entre el mafioso y su “víctima” es un choque de planetas que cambia la percepción de ambos. Una metamorfosis se produce y la duda invade al espectador.


Algunas Chicas”, de Santiago Palavecino. Dentro de la competencia formará parte de la sección Competencia Internacional. La historia que mueve la trama tiene que ver con la llegada de Celina – cuya intención es descansar y recuperarse de un fracaso matrimonial– a la casa de una amiga del colegio que la invita a pasar unos días en el campo. Desde el inicio se advierte que algo extraño estaría ocurriendo con Paula, la hija de la pareja de anfitriones; y allí están Martina y Nené para confirmar esa sospecha. El universo femenino como territorio insondable y desconocido y las alteraciones temporales componen sólo una parte de una película que reclama una segunda visión mucho más atenta. El director consigue un muy buen trabajo con las imágenes y un sorprendente y perfecto diseño de sonido logrando así un clima acorde a la trama de la película.


En la otra punta de la contienda nacido de la idea de descontracturar el ámbito de los festivales de cine, el BAZOFI presentó una nueva edición. Fue por el 2012 que a Fernando Martín Peña y Fabio Manes se les ocurrió generar un espacio donde proyectar las raras películas que tenían en la Filmoteca. Pensando la retórica de los grandes festivales, como el Bafici, que se repite año tras año y que, de tanto repetirse, se vuelve aburrido, solemne y absurdo, el objetivo era encontrar una categoría que pudiera aglutinar estas rarezas fílmicas. Y para bien o mal el festival contiene como estandarte: la sátira. Bajo diferentes consignas los organizadores les dicen “NO” a la resignación de lo digital, a lo que mandan las distribuidoras de afuera, al archivo digital que cualquiera podría bajarse en su propia casa y le dan la bienvenida al fílmico en su formato original.  


Esta edición de abril 2014, se titula: BAZOFI Manes Not Dead, justamente haciendo alusión al reciente fallecimiento de unos de sus creadores y siguiendo el estilo irónico y satírico del proyecto. Para los amantes del cine y hasta el 13 de abril la cita es en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC).  El festival da la oportunidad de ver tres episodios de Sandokán: El Tigre de Malasia, La revancha de Sandokán y El tigre está vivo. Disfrutar de la belleza de Carol Lynley y sentir el suspenso en “The Shuttered Room” (Gran Bretaña, 1967). Ver las temáticas en torno al género femenino con películas como: “Belle Starr” (Il Mio Corpo per un Poker, Italia, 1967) y “Sangriento Fin de Semana” (Death weekend, Canadá, 1976). Y entre esas joyitas increíbles y poco conocidas se exhibirá en la sección Bazofito: “Un viaje a la prehistoria” una película de animación checoslovaca con relatos de Hugo del Carril, entre otras perlas cinematográficas.


Dos opciones independientes, alternativas y diferentes que los amantes del cine no pueden quedarse sin visitar.


Paradojas Oníricas

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Un autor se asoma a su propio tiempo en actitud retrospectiva, confundiendo de manera intencionada el recuerdo y el olvido entre las páginas de un libro de relatos. Cuentos, sueños, ejercicios de narrativa breve: el testamento póstumo de Fogwill empezó por la evocación exacta de los sueños y los desvelos de su vida.

Por Facundo Fontanella || facundofontanella@hotmail.com|| 09-04-2014


La Gran Ventana de los Sueños

Fogwill

Alfaguara

$149


Rodolfo Fogwill, sociólogo, empresario publicitario, narrador y poeta; murió hace ya cuatro años, un 21 de agosto. Autor de Los Pichiciegos, la novela que narra descarnadamente la vida de un grupo de soldados cuya única voluntad es sobrevivir en medio de una guerra sobre la cual se dijo de todo, pero nada como esta obra; poeta celebrado en vida por colegas tan disímiles como Oscar Steimberg, Horacio González y Héctor Viel Temperley. Del voluminoso archivo personal que actualmente se estudia y revisa en MALBA – Fundación Constantini, por voluntad de sus herederos comenzaron a publicarse desde el año pasado los libros inéditos que el autor proyectó editar en vida. La primera de ellas fue el volumen La Gran Ventana de los Sueños, editado el año pasado por Alfaguara, y en el cual se recogen relatos de sueños compilados y revisados por su autor poco tiempo antes de morir.


Dentro de la literatura de sueños se encuentra Réquiem - Una Alucinación de Antonio Tabucchi, y su transcurso a lo largo de doce horas en una Lisboa atemporal, extraviada en la memoria de un autor que reconstruye la memoria de un poeta al que nunca ha conocido. En la literatura argentina, Sombras, Nada Más... de Antonio Di Benedetto, que contiene la siguiente advertencia en su primera página: "La palabra Sombras equivale tanto como Sueños", y donde la confusión no permite distinguir la vigilia del sueño, hace que Madrid se asemeje a Mendoza y cada ensoñación engendre la acción que conduzca al siguiente núcleo de la narración de manera continua, como si se tratase de una muñeca rusa.


En esta clasificación, que carece de estantes en las librerías (y que en el caso de que alguna posea una sección exclusiva es para desconfiar, porque es probable que se encuentren libros de psicoanálisis o autoayuda, pero no narrativas), se puede incluir La Gran Ventana de los Sueños


Escribir y soñar no se distinguen en un punto para la voz del narrador. Se reflexiona sobre el olvido como única constante en el transcurso de la vida -en correspondencia con la opinión borgeana de que "nuestro vivir es una serie de adaptaciones, vale decir una educación del olvido"-, y a la vez el recuerdo de las fechas, las situaciones y los paralelismos con la realidad es preciso, impecablemente acertado: "Había una vez que yo soñé algo y lo olvidé. Ese sueño y sus no-imágenes me siguen hasta hoy, cuando han pasado casi treinta y nueve años. A eso se llama vivir, o haber vivido, pendiente de un olvido". ¿Será el olvido entonces una contracara de la memoria?

La tensión entre el recuerdo y el olvido es la obsesión que une todos los relatos de sueños, que la escritura permite revisar, analizar y recrear. "Nunca pude concebir forma alguna del goce que no integre los indispensables ejercicios de imaginar y pensar. Lo mismo ocurre con escribir. Llamo a esto escribir", dice el autor en "Sueños de Mar".


Anotados en cuadernos durante casi cuarenta años, fue posible editarlos tres años después de la muerte de Fogwill, gracias a que poco antes de morir entregó un manuscrito a un amigo; la existencia del mismo motivó la búsqueda del archivo electrónico en la computadora personal del escritor.


Así surgió este libro, que tal vez sea una colección de olvidos destinados a no ser olvidados por completo, con una escritura brillante y paradójica donde el propósito de la ficción es doble: narrar para el olvido y capturar la fragilidad de la materia onírica, para que algo más que el olvido mismo sea lo que permanezca siempre después de los sueños.



Paro sí, paro no; piquete sí, piquete no...

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El jueves 10 de abril se llevó a cabo un paro general por miles de trabajadores en todo el país. Las cúpulas sindicales de las CGT y CTA opositoras fueron los voceros frente a los medios y los enemigos que marcó el oficialismo. Pero detrás de esa oscura y renombrada capa estaban los verdaderos protagonistas invisivilizados: trabajadores fabriles, comisiones internas, dirigentes sindicales combativos, docentes opositores a SUTEBA provincial, estudiantes universitarios, agrupaciones y partidos de izquierda.

Por Lucas Paulinovich || @lpaulinovich || 15-04-2014 
Fotos: Ignacio Smith || @ignaciosmith  


Entre las interpretaciones cruzadas entre el oficialismo y la oposición partidocrática, en donde se intentaba definir el paro de acuerdo a las ambiciones políticas de turno, agitando fantasmas insólitos desde ambos lados -buscando confundir en la figura de los patrones de la Sociedad Rural y la peste del sindicalismo servil que representa Luis Barrionuevo con todos los sectores que adhirieron a la medida, desde las expresiones oficiales; divagando en rodeos demagógicos sin encarnadura en la realidad desde la oposición-, los piquetes y movilizaciones que ciertos sectores de izquierda y movimientos estudiantiles y sociales llevaron adelante, quedaron prendados a una rotunda negación.


Desde los dos bandos los condenaron. La mayoría del espectro político, desde el oficialismo, hasta la oposición y las usinas mediáticas, coincidieron en mostrar toda su saña antipopular a la hora de rechazarlos.


Sin embargo, ¿qué otra modalidad, más prolija, acaso, menos recia y contundente, puede pensarse para la construcción de poder popular, si no es con la presencia de los sectores populares en las calles, dando visibilidad concreta a su voluntad? ¿de qué otra forma pueden emerger los reclamos de los trabajadores y de los sectores sociales más afectados por las medidas de ajuste y criminalización? ¿cómo se hace saber, con rasgos políticos de mayor sustancialidad, que los sueldos casi no alcanzan a satisfacer las condiciones elementales para la vida, que las vicisitudes laborales oscilan entre la precariedad y la explotación desenfrenada hasta el ejercicio de la autoridad más ruin y tiránica, que impide la organización interna o evita todas las garantías y derechos que la nulidad o la complicidad de los controles estatales permite, en aquellas empresas donde los trabajadores ganaron mejores salarios? ¿qué otro mecanismo de expresión de los intereses sociales puede concebirse para la consolidación de espacios de poder concretos, que permitan exhibir la posición de esa franja social que abarca a todos aquellos que padecen las consecuencias de la injusta distribución de la riqueza y el otorgamiento de privilegios, que sufren en carne viva el orden tensionado en la violencia más extrema y un permanente merodear de la muerte y la amenaza?




Del buen gusto político


Más allá de los reparos y consideraciones que la pudicia de las necesidades políticas puede imponer sobre la cercanía de los peores actores políticos del espectro sindical, socios del funcionariado que legisló en contra de los intereses del Estado, favoreciendo la flexibilización laboral y desarticulando, desde la privatización extrema y consuetudinaria, todas las instancias de participación popular, quebrando las instancias de organización de los trabajadores, desestimando y criminalizando toda posibilidad de reclamo y manifestación, solo es a través de la presencia de los sectores populares en las calles, propiciando espacios de tensión y diálogo, que puede afirmarse una fuerza con magnitud significativa dentro del contexto de contradicciones que constituyen el espacio político.


En esa reivindicación elemental quedan justificadas todas las especulaciones en torno a las temporalidades políticas o las cesiones de protagonismo a actores políticos descendientes de la tradición política más reaccionaria y antinacional. Todos (Mauricio Macri, Sergio Massa, el peronismo feudal y hasta la misma burocracia sindical que llamó al paro) rechazaron los piquetes, algunos manifestando el secreteado asco que les generan los sectores populares, otros apelando a la cautela y la prudencia, reaseguros fundamentales para continuar con la ortodoxia neoliberal en las posteriores gestiones.



La utilidad del piquete como foco de tensión


Esa es la utilidad de los piquetes en el contexto del paro general: funcionan como el eje de resistencia que permite minar los intereses más reaccionarios y conciliadores que se alinearon detrás de la medida, cuya motivación se limita solo a las sucesiones del juego partidocrático y aspiran únicamente a la restitución de los privilegios perdidos o socavados. Además, facilita el acento en el contenido popular que tuvo el ejercicio del paro: fue la forma en que las consignas de rechazo al ajuste y la persecución desde las instituciones del Estado pudieron ganar un lugar concreto entre las demandas de primer orden en los usos políticos, y así fortalecer un núcleo de resistencia de aquellas conquistas conseguidas, con mayor o menor grado de profundidad y contundencia, y puestas en vilo, ahora, al calor del riguroso ajuste llevado a cabo por el gobierno, y más tarde, por la sucesión reaccionaria que se vislumbra, encabezada por personajes que representan los intereses sociales de los ajustadores y los promotores de la cacería a la protesta social.


En términos clásicos: condiciones objetivas más óptimas para la realización de un paro general y movilización difícilmente puedan encontrarse. La capitalización política de ese fenómeno será cuestión de los movimientos y desplazamientos que se vayan produciendo en la arena de fuerzas. Pero el acontecimiento histórico se produjo.


Delimitación del terreno político


Es una forma de marcar la cancha: existe en la Argentina una franja de los sectores trabajadores, desclasados, estudiantes y de una porción de las clases medias, que está advertida de la avanzada ortodoxa e intenta delimitar el campo de la práctica política, impidiendo que se derriben conquistas, y propiciando el avance hacia nuevas reivindicaciones: así lo manifiestan los primeros movimientos políticos luego del paro, dónde cobraron relevancia propuestas legislativas que se orientan en ese sentido (suba del mínimo de ganancias, mayores impuestos para sectores hasta ahora intocados, rediscusión del tema de la inseguridad). Esa noción de “no pasarán”, elemental en la realización de los piquetes, es el que necesita salvaguardarse y funcionar como síntesis de lucha. Ese es el valor fundamental que tuvo la medida.




Juicio por la Tragedia de Once: el ex dueño de TBA cuestionó la investigación y responsabilizó al motorman

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Claudio Cirigliano fue el primero en declarar en la octava audiencia y cargó contra la conducta del maquinista Marcos Córdoba, el día del choque fatal del tren Sarmiento. “Si el tren no hubiese tenido frenos, no salía”, aseguró. También se confirmó que no se televisarán más las audiencias.

Por Agustín Ciotti || @agustinc0087 || 16-04-2014


Uno de los ex directivos de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), Claudio Cirigliano, criticó ayer el procedimiento judicial que lo llevó al banquillo de los acusados en la causa por la Tragedia de Once, ocurrida el 22 de febrero de 2012, que provocó 52 muertos y heridas a más de 700 personas. Cirigliano, que prestó declaración indagatoria en la sala AMIA de los Tribunales de Retiro, ubicados en el barrio de Retiro, en la Capital Federal, reiteró, como lo había hecho en la etapa de instrucción previa al juicio, que fue un error del maquinista Marcos Antonio Córdoba lo que provocó el choque fatal del tren metropolitano de la línea Sarmiento contra el andén de la estación de Plaza Miserere.  


El empresario afirmó en la octava audiencia por la causa que el curso de la investigación ha llevado a una “gran confusión”, debido a que, según su postura, es en la supuesta falla de Córdoba donde reside “la verdad” sobre la tragedia. Cirigliano, junto con otros directivos de la extinguida compañía, ex concesionaria del servicio del Sarmiento, es señalado por presuntas irregularidades en la administración de los fondos girados desde la Secretaría de Transporte de la Nación a las firmas encargadas de la operación de los ramales ferroviarios del área metropolitana. Una de las querellas sostiene que las deficiencias en el mantenimiento de la infraestructura del Sarmiento fueron determinantes para que la tragedia tuviera lugar. Ya en diciembre de 2003, un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) –citado en enero de 2013 por la Cámara Federal porteña para confirmar el procesamiento, entre otros, del propio Claudio Cirigliano- había advertido que "el concesionario (TBA) no cumple con las obligaciones inherentes al mantenimiento del sistema concesionado".


Sin embargo, el ex responsable de la compañía insistió en que “algo le pasó a Córdoba en los últimos 300 metros” antes de ingresar en la estación, aunque descartó que se haya tratado de una maniobra intencional. “Coincido en que Córdoba no estaba borracho, ni drogado, como se dijo en algún momento. Era un maquinista de nuestra empresa, por lo tanto era un buen profesional y estaba en condiciones de conducir el tren”, aseguró. El empresario también recordó que una de las pericias arrojó que el dispositivo de emergencia “hombre muerto” estaba desactivado en el momento de la colisión, por lo que deslizó que Córdoba “tal vez se creyó Superman en esos instantes, o alguien por el estilo. Los seres humanos estamos expuestos a sufrir infartos, bajas de presión o cualquier otro trastorno físico repentino”. En todo momento, Cirigliano se refirió al choque fatal como un “accidente”.


En otro pasaje de su exposición, el imputado descartó que el coche tuviera problemas de frenos. “Los trenes están preparados primero para frenar, luego para traccionar. Si no frenan, no pueden iniciar su marcha”, argumentó. Pero aclaró que si los hubiese tenido, “el motorman está facultado para negarse a conducir, si considera que no están dadas las condiciones”. Además de Cirigliano, declararon otros cinco procesados, entre ellos el asesor legal de TBA, Carlos Lluch. El juicio se reanudará el lunes próximo.


No se televisa más


El Tribunal Oral Federal N°2, encargado de llevar adelante el juicio, resolvió esta semana que no se transmitirán más las audiencias. Los jueces Jorge Luciano Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Alberto Tassara de esta manera hicieron lugar al pedido de los defensores de los imputados, Fiscalía y la querella representada por el abogado Gregorio Dalbón, quienes habían sostenido que los la televisación del proceso perjudicaba a los acusados.


"La publicidad del debate oral (...) constituye una característica intrínseca y elemental de los procesos judiciales democráticos y como tal fue recogida en diversos instrumentos internacionales (...) se encuentra íntimamente vinculada con el principio de control ciudadano, de observación popular sobre la administración de Justicia", expresaron los magistrados a través de una resolución, aunque reconocieron, por otro lado, que “resulta imprescindible el consenso de todos los partícipes del proceso sobre el punto, cuestión que en este caso claramente no se da”.


Las imágenes en vivo se transmitían a través del sitio web del Centro de Información Judicial (CIJ). A partir de ahora, aquellas personas interesadas en el avance del debate, que no residen en Capital Federal o no pueden presenciar las audiencias, ya no tendrán acceso a ellas.  


Noche para corazones sensibles

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El martes se presentaron April May June, Natalia Ponso y Agustina Bécares en el cierre de la gira “Bajo la lupa” 



Por Gonzalo Penas || @gonzapenas || 17/04/2014

El jueves 10 de abril era la fecha agendada por algunas personas en el calendario para poder ver a la cantautora mendocina Agustina Bécaresque llegó a Buenos Aires para presentar su primer disco: Lupa (2013). Para quienes tenemos ese disco como uno de los preferidos –y más hermosos- del año pasado, esperábamos ansiosos por la fecha. Pero el paro general que hubo en Buenos Aires ese día hizo que con antelación se reprogramara para el martes 15. El lugar sería el mismo: Rechazando Coimas, a pasos de la estación Piedras de la Línea A. Bécares se había presentado el miércoles 9 en el Espacio Cultural Dinamo con Feli, Pablo Maeda y Juampi Dicesare, el viernes en Casa Brandon con Paula Maffia y Rosario Bléfari (en lo que fue un excelente show y donde el público le prestó principal atención por más que ella haya abierto la fecha) y el domingo 13 en el Centro Cultural Sur (Temperley). El pasado martes, ya reprogramado, cerraba su gira “Bajo la Lupa” para después continuarla en Rosario y volver a su Mendoza natal.

Con aires “noventosos”, April May June abrió la velada. Desde la voz de Abril Cicala la banda nos fue llevando por lugares distantes que se terminan juntando en sus melodías: desde la mejor Sheryl Crow o Jewel hasta canciones que bien podrían haber sido videos en la mejor época de MTV, la banda conectó con el público en donde quería: la intimidad. En su show, cuidado por los músicos, respetado por las personas que los escuchaban, la banda interpretó un set completo en inglés y donde al terminar se ganó una más que merecida ovación. Habrá que prestarle atención a la banda y sus futuras fechas. Sorprendió y gustó.

Minutos más tarde subió al escenario Natalia Ponsoquien era conocida por más de uno de los que fueron a ver a Bécares. Ponso sigue presentando El monstruo (2013) y el set giró en torno a las canciones del álbum. Con temas como “Tópico” (“Lo que quiero no siempre me hace bien y vos estás en ese tópico” canta Ponso en el estribillo del brillante tema que da inicio al disco) y “Septiembre”, la cantautora se notó suelta y perfectamente tranquila mientras el público cantaba y aplaudía cada interpretación. La canción que da nombre al disco encontró a Ponso sentada, firme y segura con la guitarra y confirmó que es una de las nuevas voces que hay que seguir, no solo por el muy buen show que dio sino también por su poder compositivo y como guitarrista.  Su set terminó con “Un par de gatos y la vieja” dedicada a una amiga y para todos las personas que “piensan mucho como nosotras”. Al finalizar la canción, tanto ella como sus seguidores, terminaron maullando como gatitos, como termina la canción en el disco; como termina su presentación en Rechazando Coimas.

Hubo un momento para lecturas y al escenario subió Inés Púrpura a leer algunos poemas de su más reciente libro (Todo lo que pude amar, Vil Ediciones, 2013). Luego, Agustina Bécares fue la encargada de cerrar la noche y su gira por Buenos Aires. Lupa fue uno de los discos más bellos del 2013 y alrededor del disco Bécares dio un show a la altura de lo que se esperaba para despedirse de Buenos Aires. Mezclando un poco el orden de las canciones del álbum, “Consecuencia” y “No despiertes” fueron de los primeros temas que interpretó para después (ya acompañada por Fernando Kabusacki en guitarra eléctrica que se subió al escenario después de la segunda canción) tocar “Par”, “Ocurrente” y “Brújula” que son tres de las canciones preferidas por el público que se acercó al lugar sabiendo cada letra y que la cantaba pero despacito, como para no molestar a la cantautora. Cada palabra en sus letras tienen mucho peso y por eso todas las canciones bien podrían ser poemas. O lo son y por eso las personas en el lugar las cantaban en voz baja; como recitando las canciones acompañadas por las hermosas melodías que salen de la guitarra de Agustina. Si en Casa Brandon la gente la escuchó con perfecta atención y en silencio, en Rechazando Coimas el público acompañó en cada letra, filmó y sacó fotos en gran parte del show. Se sentía la despedida. Después, “Lupa”, “Gesto” y “Nudo” y el recital que se cerraba como la visita de Bécares a los pagos porteños con “Sonrojo” y “Rebotas”. Al finalizar, Bécares se quedó hablando con varias personas del público debajo del escenario, inclusive con Natalia Ponso que se quedó a escucharla. Entre felicitaciones, abrazos y despedidas, la cantautora se despidió de los pagos porteños. Todos los que se acercaban a ella le comunicaban lo mismo: que vuelva pronto porque ya nos había conquistado a todos.


El destino que espera

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La aventura de un hombre puede superarlo, si busca construir un imperio, o ser un simple deseo, como mantener la voluntad de seguir avanzando. Algo de esta última idea la vemos en Apuntes para un posible vuelo, una obra escrita, dirigida y protagoniza por Alejandro Faggioni, pieza que desde su inicio discreto va creciendo a base de buenos recursos y emoción.
 
Gonzalo Marina/ gonzalo.marina@yahoo.com.ar 




Tres hombres caminan cargados de valijas por algún lugar hacia algún destino. Sabemos que deben apurarse si quieren alcanzar un avión, razón suficiente para descansar ocasionalmente. Pero en cada pausa, uno de ellos encuentra más valijas. Si al principio sorprende su contenido (entre un bolso de médico, pistolas, una radio, espadas, o una máquina de escribir) luego dificulta la marcha ¿Qué desgaste producirán estas contingencias en el soldado, el aviador y el botones? Lo sabremos al final

La puesta carece de escenografía. La arriesgada elección le aporta más potencia a las valijas acumuladas que, según su disposición, conforman el espacio. También se obtiene la sensación de un deambular sin fin por parte de los personajes. Aunque el aviador marque el tiempo, siempre ‘están’ en el mismo lugar. El buen trabajo con los recursos se ve en el uso de los objetos encontrados (particularmente un proyecto de cine) y el juego de luces para recrear diferentes situaciones.

Este ambiente absurdo, que podría remitirnos a Las sillas de Ionesco, quedaría vacío sin la fuerza de los actores. Faggioni, Hernán Pajoni y Guillermo Pesoa imprimen la fuerza, gracia y zozobra necesaria para acercarnos los planteos más profundos de la obra. En cierta medida, cada uno representando una faceta de nosotros mismos.

Al salir de la sala cuesta acomodar las sensaciones ¿Debemos sentir compasión por estos seres errantes o esperanza porque, como Sísifo, no claudican en su tarea? Mientras cargan con los sueños de otros, sentimos que lo imposible puede dejar de ser una incertidumbre para estos personajes.



Ficha técnico-artística

Dramaturgia y dirección: Alejandro Faggioni
Elenco: Alejandro Faggioni, Hernán Pajoni, Guillermo Pesoa
Funciones: viernes 21:00 hs - Espacio Cultural Pata de ganso -Zelaya 3122 -Capital Federal
Entrada general: $60

El mundo fue y será una porquería

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Cambalache pudo haberse edificado, argumental y líricamente, como la primera canción Punk de la historia. Pero fue un tango que pasó las fronteras de la región del Río de la Plata, para convertirse en casi un himno universal a los desenfrenos heredados del siglo XX.

 

Por Giovanny Jaramillo Rojas || sincompliques@hotmail.com || 16-04-2014


Su franca crítica social, nihilismo exacerbado y su caos desesperanzador no tienen mucho que envidiar a los fundadores “formales” del punk, por allá en los 70s en esa turbia Inglaterra, medio monárquica y muy obrera e industrial. Si bien los Sex Pistols argüían God Save The Queenreferenciando la imposibilidad que tenía la reina de salvarse de la anarquía reinante y cuya única e irónica “protección” vendría del lejano reino de los cielos, Enrique Santos Discépolo, con su inmortal canción nos sugiere un temprano God Save The World. Una suerte de sortilegio arrojado al río del azar para que sea su deriva la que guíe la imposible redención de esa estentórea condena que es el vivir solos y en sociedad.


En 1934, cuando a Discépolo le fue adjudicada la tarea de escribir un tango para la película El alma del bandoneón, ni él ni nadie se imaginaba que esa desencantada visión del mundo fuera a convertirse en la que, tal vez, es una de las mejores descripciones líricas y poéticas del avasallado, fútil e indecoroso siglo XX.


Hay que recordar que el contexto en el que se escribe Cambalache, es reconocido por la historiografía argentina como la década infame (1930-1943), años que, además, significaron para el mundo la recuperación de la Gran Depresión de 1929, la Guerra Civil Española y gran parte de la Segunda Guerra Mundial. En la Argentina, específicamente, este periodo estuvo permeado por contundentes fraudes electorales, corrupciones de todo tipo, golpes militares, represiones y asfixiantes recortes de las libertades sociales e individuales. No es para nada extraño que haya sido este ambiente de contrariedad y desafuero el que haya precipitado el engendramiento de Cambalache, que con su descarnada y escéptica letra evidenció las realidades e intemperancias más cotidianas que todos se esmeraban por ocultar. Cambalache fue concebido en medio de un panorama tan infecundo y punzante que sus aparentes ficciones resultaron ser naturalezas de una realidad relativizada con recursos metafóricos cuyas contundencias, ampliamente bucólicas, centralizan la autenticidad y la verosimilitud de su mensaje.


No es un secreto que el tango es una suerte de poesía popular de elaboración individual cuyo éxito depende del beneplácito colectivo y su derivación mítica en la conciencia general; es decir, el tema debe poseer cierto  encanto y personalización con la realidad para lograr que su mensaje llegue a abrazar la totalidad emocional del mundo que describe. De esta manera, no sólo los sufrimientos, las alegrías, las oscuridades, las vivencias o las opiniones del compositor son las que desenvuelven la poética del tango, sino que es el ofrecimiento mismo de su persona al mundo, como individuo sufriente, como género y como canción, los que precisamente trascienden sus mensajes al nivel de enunciado público, que logra concertar arquetipos e ideas de personajes, situaciones, pasiones, vicios, virtudes y universos identificables dentro de la realidad adyacente, además de lograr proyectar, sobre la cotidianidad de la sociedad, sus imaginarios más íntimos que van desde los mitos de origen hasta las esperanzas más impetuosas del pueblo.


El himno universal a los desenfrenos del siglo XX


Cambalache”, el tango que convoca la atención de estas líneas pudo romper las fronteras de la región del Río de la Plata, para convertirse casi que en un himno universal a los desenfrenos que, amargamente, hemos heredado del siglo XX. Es un tango de descripciones densas, cuyo espesor puede ser leído o analizado en diferentes claves. Podríamos agotarnos aquí en representaciones o alusiones políticas e históricas, en críticas morales e ideológicas, o en profundos esbozos poéticos, pero de lo que se trata es precisamente de hacer un modesto análisis de las alocuciones que encierra su letra y las furtivas relaciones con los que parecen ser los antecedentes centrales de sus peroratas: la crítica y el pesimismo, paradigmas fundados desde el inicio de la canción y que parecen concertar retóricamente cierta convicción ligada a un Ethos específico que alude a los comportamientos que conforman el conjunto de rasgos, modos y caracteres que han labrado la personalidad del mundo que quizo describir:


El mundo fue y será una porquería

ya lo sé

en el quinientos seis

y en el dos mil también

Que siempre ha habido chorros

Maquiavelos y estafaos

contentos y amargaos

valores y dublé


Estos versos inaugurales nos introducen en una atmósfera sombría que no parece tener disparidad alguna. El mundo siempre ha sido así y seguirá siéndolo. Sugerencias que atañen niveles afectivos que se vuelcan sobre el escucha generando cierta fiabilidad y simpatía, debidas, entre otras cosas, a la cadencia poética que se arroga. Recordemos que el tango fue escrito en 1934, período desde donde, con el patibulario Siempre, se atreve a aludir a poco más de 20 siglos, utilizando, además, la referencia angular de El Príncipe de Maquiavelo: el fin justifica los medios. Santos Discépolo se decide a meter en la misma bolsa contrariedades de la vida cotidiana tales como tristeza y alegría, valores y corrupciones, dejando así muy en claro que para que haya bien tiene que existir, necesariamente, el mal, porque la oposición da sentido fiel a los conceptos. Sin embargo, es en la tercera y cuarta estrofa donde el autor despliega el sentido argumental de lo que para la época fue considerada una diatriba:


Pero que el siglo veinte

es un despliegue

de maldá insolente

ya no hay quien lo niegue

vivimos revolcaos en un merengue

y en un mismo lodo

todos manoseados


Aunque el mundo fue, es y seguirá siendo una inmundicia, el compositor se sitúa en una trama específica ubicada en el descalabrado siglo XX, donde no sólo son la perversidad y la desvergüenza las que presiden la realidad, sino que nos incluye a todos en su narración como cómplices y víctimas, como los reproductores de esa disolución moral que nadie puede negar. Este Vivimosremite a un enunciante que se incluye en un Nosotros y que a su vez es asumido como un Todos. Es decir, si ya no hay quien lo niegue –haciendo referencia al despliegue de maldá insolente- es porque somos todoslos que participamos de la no negación, sin distinción ni resguardo de ningún tipo.


Hoy resulta que es lo mismo

ser derecho que traidor

ignorante, sabio o chorro

generoso o estafador

Todo es igual

nada es mejor

lo mismo un burro

que un gran profesor


Este Hoyindica una constancia inobjetable, una fisura en la fluidez normal del tiempo y de la historia y nos remite directamente al Siempre sobre el cual gravita la canción: el Hoy es Siempre: es la latencia firme e invariable del ahora, del presente, que después sostendrá introduciendo el elemento hamletiano y ontológico ser o no ser, puesto que es lo mismo, estar en cualquiera de las partes como ignorante o sabio que como generoso o estafador. El pesimismo de Santos Discépolo se pronuncia importante al proponer que nada ha cambiado, que nada cambia y que el progresismo en todas sus formas, al que muchos se ven abocados, no es más que un sofisma de distracción que oculta el estancamiento que nos hace creer cosas dispares a propósito de un burroy de un gran profesor, cuando en realidad son la misma cosa. En este punto hay una suerte de Logos construido, en la medida en que el escucha ha sido ligado a las emociones enunciativas del autor que se reflejan en las contradicciones axiomáticas del tema, y que se derivan tanto deductiva como analógicamente. Estos procesos figuradamente racionales y dialécticos se repetirán durante toda la canción, cumpliendo con los objetivos centrales de persuasión, crítica y pesimismo.


No hay aplazaos

ni escalafón

los inmorales nos han igualao

Si uno vive en la impostura

y otro roba en su ambición

da lo mismo que sea cura

colchonero, rey de bastos

caradura o polizón



El sujeto de la narración –o el enunciador- se sitúa en una esfera moralmente preferente e incluso superior a lo que se propone describir: la expresión “los inmorales” reseña a un Ellos que “nos han igualao” a Nosotros, los que al parecer somos los morales, en donde se incluye el compositor. Discépolo introduce este señalamiento a manera de diferenciación, sugiriendo así la existencia de una suerte de fractura  en las jerarquías sociales, y atrayendo una vez más la noción hamletiana ya citada, donde finalmente todo “da lo mismo”. Así denuncia la indiferencia del mundo a propósito de la pérdida de los valores que empezará a evidenciar en adelante, apoyándose en figuras históricas tanto de la humanidad como de la cultura popular Argentina de la época.


Que falta de respeto

que atropello a la razón

cualquiera es un señor

cualquiera es un ladrón

Mezclado con Stavisky va Don Bosco

y “La Mignon”

Don Chicho y Napoleón

Cernera y San Martín


Santos Discépolo  introduce a modo de analogía antagónica personajes que en teoría no tendrían nada que ver ni histórica, ni ideológica, ni humanamente, proponiendo así la terrible aceptación de la realidad por parte de todos los mortales y utilizando como estrategia discursiva la definición de un rango bastante amplio de tipos humanos. De esta manera aparecen en el mismo plano Stavisky (Alexander Stavisky) un famoso estafador de origen ruso; Don Bosco el fundador de la orden católica salesiana; La Mignon, de la voz francesa “mignone” y su valor de “querida” o “mantenida” que puede aludir al de prostituta; Don Chicho (Juan Galiffi) un siciliano jefe de la mafia rosarina y argentina; Napoleón, el gran Rey de Francia; Primo Carnera, boxeador italiano que en 1934 vino al país a defender su título de campeón mundial; y finalmente San Martín, el Libertador o “el padre de la patria”. El autor utiliza la comparación directa, entre farsantes y guerreros de la fe, entre prostitutas y patriotas, hasta mafiosos y campeones deportivos, invitando al escucha, una vez más, a repasar la gran variedad de prototipos y reflexionar a partir de sus hazañas en diferentes campos de la moralidad y la inmoralidad. No importa.


La aparición del Pathos como guía de modelación discursiva del mundo que describe Cambalache y su ardorosa sugestión lírica puede descifrarse, desde el sentimentalismo apesadumbrado y mundano logrado por Discépolo, en la siguiente estrofa:


Igual que en la vidriera

Irrespetuosa

de los cambalaches

se ha mezclao la vida

Y herida por un sable

sin remaches

ves llorar la biblia

contra un calefeón


La definición de Cambalache viene a ser como una especie de trueque o intercambio de cosas, objetos o enseres cuyo valor está venido a menos. En este sentido, el título del tango sugiere la existencia de una tendencia a vender o comprar el mundo como un bien de escasa cuantía, ya no a ganárselo ni a luchar por él. En los últimos dos versos se destapa la relevancia del tango en toda su universalidad, y reside en la comparación o igualación, de algo tan vano y mundano como un calefón, con algo tan excelso y sagrado como la biblia. Esta equivalencia sigue el tono general del tango en el que se exponen vistazos absolutamente negativos y desencantados del mundo y la sociedad del siglo XX.


Siglo veinte cambalache

problemático y febril

el que no llora no mama

y el que no roba es un gil

Dale que va

dale nomás

que allá en el horno

nos vamo a encontrar


El intercambio de futilidades, aludido versos arriba, se inclina hacia el inconveniente y la intranquilidad, señalando las tendencias a la adulación y la permuta de valores para conseguir lo deseado, porque la verdadera inteligencia humana es la de hacer que todo se acomode a la individualidad de cada quien, de lo contrario no basta, y se pueden sufrir condenas sociales por transitar el camino de la honestidad, porque “el que  no roba es un gil”, y el que lo hace, probablemente tenga la clave de subsistencia en este universo excluyente y hostil. Sea lo que sea cada individuo no pesa sobre lo que es tal vez el único destino que todos compartimos: la muerte. No sería apresurado interpretar la palabra horno (entendida como fogón crematorio) como una metáfora que insinúa al mismísimo averno, como destino final –y muy merecido- de todos los mortales.


No pienses más

sentáte a un lao

que a nadie importa

si naciste honrao

Es lo mismo el que trabaja

noche y día como un buey

que el que vive de los otros

que el que mata que el que cura

o está fuera de la ley


Este final demuestra una conexión muy profunda con el escepticismo promulgado por el existencialismo, corriente filosófica que andaba muy en boga por esos años en Europa, y que planteaba, entre otras cosas, una insondable angustia por el existir y un total desaliento que lleva a pensar que los seres humanos son, única y explícitamente, sus actos, y que estos a su vez son los que determinan quiénes son, así como el significado de sus vidas. Parece ser que Enrique Santos Discépolo, si bien ignoraba dicho estándar filosófico, era un ser intensamente metafísico entregado a la reflexión y a la contemplación de su entorno, haciéndose de un pensamiento en el que todo da igual y la nada resulta ser una forma empírica de encarar el siempre.


Un patrimonio conceptual abismal


Cambalache se consuma aceptando que no hay un porvenir, que lo único que queda, como bien lo hace su autor, es la crítica o la protesta frente a la rabanera realidad, que apenas logra conservar el recuerdo de que algún día hubo una ilusión que se ha convertido, lacónicamente, en la manifestación dolorosa de aquella fantasía extraviada.


Cambalache es una voz colectiva, que acomete con pluralidad utilizando escenas genéricas de la expresión humana –la música, la poesía, la filosofía- que se convierten en dramaturgias englobantes en la medida en que forjan un discurso capaz de replegar críticamente una realidad inobjetable, y cuya “puesta en escena” permite al escucha situarse en el primer lugar de la narración, bien sea como observador o como protagonista de la misma. Factor que ayuda en los procesos de interiorización y persuasión de la letra.


La disertación de Discépolo está estructurada por una convicción que legitima sus enunciados, proponiendo cada verso de manera cíclica haciendo que el poema-discurso llegue al mismo lugar del que proviene. En Cambalachetodo lo que el texto enuncia permite convalidar la escena misma a través de la cual esos contenidos surgen.


Tal vez la mayor virtud de Cambalache es que nos permite añorar, o incluso regresar al viejo mito de ese mundo mejor que pudimos haber construido y que a su vez señala la distancia que media entre la realidad y nuestros sueños o entre nuestras esperanzas y nuestras posibilidades. Es un tango de patrimonio conceptual abismal, que permite cualquier cantidad de lecturas e interpretaciones, pero algo que se hace imposible de no rescatar es su heterogeneidad compositiva que descansa en los elementos prácticos utilizados no sólo para formular conclusiones a propósito de los temas que trata, sino también para conllevar el proceso de identificación y significación popular que aún hoy abandera. El poema modela una divergencia incesante entre el bien y el mal, destacando el imperio y la autoridad del mal sobre el bien. Se compone de impotencias, naufragios y desmoralizaciones, sugiriendo la falta de lucha y compromiso y denunciando la derrota y el conformismo. A los buenos solo les queda asimilar la realidad sin apartarse de ella, dándose por vencidos y entregándose a la ilógica humanidad que los humanos han construido sobre los anaqueles de la arrogancia y la infelicidad.


Fútbol, violencia y argentinidad

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El fútbol como la superficie de emergencia de una compleja y sofisticada red de negocios, legales e ilegales inextricablemente unidos, entre varios elementos: política interna de los clubes, dispositivo policial y sistema político nacional. La faccionalización extrema del fútbol argentino y su consiguiente violencia exacerbada, todo queda encubierto por los luminosos fuegos de artificio del discurso sobre la argentinidad.

Por Luis García Fanlo || @luisfanlo* || 23-04-2014


Hace un año que el fútbol argentino prohibió que los hinchas y espectadores del equipo visitante puedan entrar en los estadios y el resultado fue que la violencia adoptó nuevas formas y modulaciones exacerbando las disputas al interior de las “barras bravas”, entre éstos y los dirigentes (o alguna facción), e incluso contra los jugadores y entre los jugadores del mismo. De la violencia no se salvan ni los DT. En ese contexto estallaron múltiples guerras civiles dentro de los clubes que no hacen diferencia entre clubes ricos y pobres, grandes y chicos, con hinchadas multitudinarias o de solo unas decenas de simpatizantes, de la “A” o de cualquier otra categoría del ascenso. Para colmo tampoco desaparecieron los enfrentamientos entre barras bravas de distintos clubes ya que la violencia simplemente se trasladó al exterior de los estadios, asolando los barrios aledaños y aprovechando la periferia del dispositivo policial asignado, aunque no faltan los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad cada vez más virulentos. En suma, el problema se agravó en lugar de resolverse.


Y es lógico que el problema no se resuelva porque nadie con poder quiere que se resuelva no tanto porque sean “violentos por naturaleza” sino porque el fútbol desde hace mucho tiempo atrás se ha convertido en la superficie de emergencia de una compleja y sofisticada red de negocios, legales e ilegales inextricablemente unidos, que se sustentan en un entramado que asocia la política interna de los clubes (dirigentes, socios, barras, jugadores, relaciones club-AFA, etc.) con el dispositivo policial (horas extras, adicionales, trabajos extras, etc.) y el sistema político (partidos políticos, sindicatos, gobierno, etc.). Todo ello en un contexto de extrema crisis económico-financiera de los clubes que el Futbol para Todos no sólo no resolvió sino que agudizó.


Porque lo único que hay para repartir es lo que aporta el Estado y cada vez hay más entre quienes repartirlo: la faccionalización extrema del fútbol argentino es el reverso de la fundación de Hinchadas Unidas Argentinas, un engendro del gobierno que se salió de control y que opera como fuerza de tareas al mejor postor. Las idas y venidas judiciales sobre si se van a informar o no los antecedentes penales de los barras que pretenden viajar al Mundial de Brasil y desde luego, los tira y afloja sobre quienes serán los que financiarán ese viaje son un episodio repetido y remanido que queda encubierto en los discursos sobre la argentinidad.


Mientras tanto la publicidad oficial del Futbol para Todos nos dice que el fútbol no es un juego porque es la pasión más seria de los argentinos. Cartón lleno. El cóctel entre la cultura del aguante más cultura de la pasión, del elogio del energúmeno del para-avalanchas a la publicidad de la cerveza más argentina, el continuo martilleo de los medios sobre el honor argentino y el destino de grandeza que nos espera si le ganamos a los brasileros el mundial en Brasil, son en realidad fuegos de artificio que encubren el lugar que el fútbol ocupa como fusible de una sociedad argentina cada vez más explícitamente violenta, corrupta y desigual.


El futbol no es una entelequia que existe por fuera de la sociedad y tampoco es su esencia ni mucho menos su reflejo. El fútbol es un complejo régimen de prácticas del que los llamados barras bravas constituyen solo un engranaje más y ni siquiera el más importante. Los argentinos somos el futbol en la misma medida en que somos la escuela, la cárcel, la policía, el Estado, el hospital, los medios de comunicación y la familia en tanto funcionan como organizadores de la vida social, política, cultural, ideológica y económica de nuestra sociedad. El fútbol es un pliegue de la sociedad, solo uno de tantos otros pliegues en los que se arruga nuestra realidad.


Si el fútbol es una de las más serias pasiones argentinas entonces hay que desactivarlo porque esa pasión mata, corrompe, y opera como un poderoso factor de faccionalización social. Desactivarlo implica, más allá de cualquier medida judicial, legal, política o dirigencial, disociar el futbol de la argentinidad y deshacer la red de poder que sistema al fútbol desde afuera del fútbol aunque lleve décadas hacerlo así como llevó décadas convertirlo en lo que es hoy.

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Luis García Fanlo es Doctor en Ciencias Sociales y Sociólogo por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es Profesor Adjunto de Historia Social Argentina y Sociología de la argentinidad de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) e Investigador del Instituto Gino Germani (IIGG-UBA). Es Profesor del Doctorado en Ciencias Sociales (UBA) y de la Maestría en Estudios Culturales de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Ha publicado el libro Genealogía de la argentinidad (Buenos Aires, Gran Aldea Editores, 2010). Es miembro de la Asociación Argentina de Estudios de Cine y Audiovisual (ASAECA) y de la Red de Estudios Latinoamericanos en Vigilancia, Tecnología y Sociedad (LAVITS). 
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